Año con año, el ayuntamiento de Calimaya, presidido por Oscar Hernández Meza, conocido entre la población como “Capulina”, no tiene reparo en promocionar el pago de agua, una de las contribuciones, que junto con el predial, abona directamente a los gobiernos municipales para que con esos recursos se mejoren los servicios, que el propio gobierno está obligado a dar. Sin embargo, principalmente habitantes de la Cabecera, se siguen quejando de la irregularidad con las que le llega este servicio.
Según datos de la Facultad de Planeación Urbana y Regional de la UAEMÉX, presentados en el estudio “Calimaya. Servicio de Agua Potable” por Paulina Dado y Alejandro Sierra, a través de 82 cuestionarios constataron que en la mayoría de los casos “pobladores de la Cabecera solo disponen de este recurso una vez por semana, y solo por unas horas al día, destacando que el agua que llega a sus domicilios no es de la mejor calidad, debido a que llega con un ligero tono amarillo, y en temporada de lluvias, lo que sale de la tubería es lodo”.
Esto coincide con el testimonio de varios pobladores quienes aseguraron que cada vez es peor el servicio de agua que reciben, tanto como no hubo una planeación en la distribución del agua respecto al inicio de la urbanización masiva, así como el desinterés del gobierno municipal en invertir en mejorar el servicio.
En los tres años que ya gobernó Oscar Hernández no se han realizado acciones para mejorar el servicio que brindan, principalmente en la Cabecera, y seguramente tampoco lo hará en estos tres próximos años que vienen en su gobierno. Eso, simplemente deduciendo que la gente no paga por un mal servicio, de acuerdo al estudio citado, sólo el 30 por ciento de la población paga el agua, mientras que el resto no lo hace debido a la intermitencia y mal servicio que dan en el Ayuntamiento.
Aunado a esto, los usuarios que acuden a pagar han reportado lo lento y tardado que es ir a las oficinas, perdiendo el tiempo en filas, cuando lo que debería hacer el municipio es incentivar el pago, haciéndolo por lo menos más rápido, además de otras facilidades que puede otorgar para que más gente acuda a pagar. Y con lo recaudado invertir en el mejoramiento del servicio. Pero al parecer esto es mucho pedir para un gobierno, como ya lo vimos en los pasados tres años, no sabe, no le interesa o tiene otras prioridades, que evidentemente, no son las de la ciudadanía.
Osvaldo García