Corría el año 2021 cuando la esperanza de un gobierno de alternancia se vislumbraba para presidir la municipalidad de Malinalco, un pueblo mágico en el que la gente vitoreaba el triunfo de un virtual alcalde respaldado por el partido verde, que dicen, llegaría con todas las ganas para convertir a la entidad, en un lugar próspero y mejorado, para hacer su trabajo de la mejor manera.
Sin embargo, fueron causas de fuerza mayor las que llevaron a un tal Juan Leonardez, a calentarr la silla presidencial en 2022, nada más por el hecho de plasmar su nombre en una planilla de suplente; aún sin tener conocimiento alguno del reto al que se enfrentaría, confiando del todo en una persona de nombre Yasmín Juárez Medran, quien dicen, ya se las sabía de todas, todas en eso de la administración pública, ya sabe usted, por aquello de andar “chapulineando” desde otra trinchera tricolor donde yacía desde hace bastante tiempo.
Y aquí es donde empieza la verdadera historia; pues Juan Leonardez con nada más que el título de alcalde llegó a la presidencia municipal; sin saber cómo desempeñarse y advirtiendo que, al hacer la primera treta, estaría encaminado hacia la corrupción, donde el poder se vuelve obsesión al grado de querer reescribir las leyes a capricho de él y de los suyos a conveniencia.
¿Le suena conocida la historia? Fue por allá de 1999 donde el famoso Luis Estrada realizó “La Ley de Herodes”, largometraje en el que se puede visualizar la realidad de muchos pueblos; donde se requiere a un hombre no muy listo llamado Juan Vargas para poner representar al gobierno en un lugar que se quedó sin alcalde, como en Malinalco; y que, aconsejado por “López”, un hombre ambicioso y corrupto con ganas de escalar en la política, le muestra la manera más conveniente para que su palabra sea ley; pisoteando a los ciudadanos y dándole en la torre a los más necesitados. Enseñándole que una Constitución y un revolver como sinónimos de “Ley y orden” le pueden otorgar múltiples beneficios; ¡Ándele! Muy parecido a como aparentemente se maneja la síndico Yasmín Juárez Medran.
En aquel filme, a nuestro querido Juan se le vuelve costumbre “pasar la charola”, implementar malas políticas, pisotear acuerdos burlándose de la gente y muchas más metidas de pata que causan indignación, siempre aplicando las enseñanzas de “López”, aunque fue el mismísimo Juan Vargas quien terminó por deshacerse de “López”, al fin que ya le había enseñado el caminito.
A veces la realidad supera la ficción y en Malinalco pinta para hacer un refrito de esta película, donde una síndico, presuntamente pretenciosa, le “ayuda” al alcalde inexperto cómo se gobierna, eso sí, pareciera que no le ha contado la parte en la que cometer arbitrariedades tiene consecuencias; ¿A caso la experiencia que dice tener Juárez Medrán es a punta de hincar el diente? Porque las formas de la nueva administración para tomar decisiones se ponen en entredicho y pese a que en la ficción Juan Vargas se sale con la suya, no vaya a ser que en la vida real a Juan Leonardez le pasen la factura.
Quizá Juan Leonardez tenga más parecidos con Juan Vargas de los que imaginamos, pues aunque “López” así como “La síndico” aparentemente tratan a estos personajes como inferiores, no sería sorpresa que en Malinalco, Leonardez Flores salga más listo que bonito y le de la vuelta a quien se rumora, incluso lo ha denostado en la calle; porque déjeme contarle que las malas lenguas han puesto palabras en boca de Juárez Medran, algo así como: “El señor no rebuzna porque no se sabe la tonada” ¿Será tanto el cinismo de la síndico?
Mientras son peras o manzanas, le recomendamos seguir de cerca esta interesante y nada alejada de la realidad película malinalquense, que a los únicos que les puede dejar un sabor más amargo que el ajenjo, es a los ciudadanos, todo por las aspiraciones y pretensiones de unos cuantos que les han aplicado el “¡Te tocó la Ley de Herodes, o te ch$%&gas o te j$%&des!”
Ariz Vega
