Es común y cotidiano para mucho calimayenses lidiar con diversas problemáticas que parecen no tener solución y que tienen que ver con la administración municipal. En este medio hemos informado de ellas, desde el desabasto de agua, la recolección de basura, delincuencia, mal estado de calles, escasa obra pública y falta de mantenimiento al sistema de drenaje, como ha quedado en evidencia cuando llueve.
También es común escuchar de viva voz de los vecinos las quejas sobre estos asuntos, así como en publicaciones ciudadanas en redes sociales. Al parecer, en este segundo trienio consecutivo del alcalde Óscar Hernández Meza poco se ve esto pueda cambiar.
Lo que sí es notorio es el creciente cinismo y desparpajo con que aparentemente se manejan en la administración, pues a pesar de que para los camimayenses promedio ganarse la vida y ofrecer a sus familias mejores oportunidades e ingresos es una lucha diaria, para el alcalde y sus esbirros basta con sólo hacer acuerdos en cabildo y que todo mejore para ellos.
Nos referimos a que, a pesar de muchas necesidades en el municipio, estos funcionarios no tienen empacho en subirse los sueldos, tal como lo indica el portal Ipomex, donde el alcalde Óscar Hernández Meza, pasó de cobrar 62 mil 592 pesos de sueldo bruto mensual en el año 2021, para este 2022, ha aumentado a 99 mil 600 pesos brutos. Lo que representa un aumento en su sueldo de 37 mil 8 pesos brutos mensuales.
Imagínese usted, del trienio pasado Óscar Hernández se embolsó 2 millones 253 mil pesos aproximadamente, esto sin contar aguinaldos y primas vacacionales y al final de este trienio se estaría llevando otros 3 millones 585 mil 600 pesos, igualmente sin contar aguinaldo y prima vacacional. Con razón para algunos resulta un “negociote” eso de ser servidor público, tan solo de lo que se sabe ¿Qué haría usted si en 6 años pudiera ganar más de 6 millones de pesos?
Por su parte, la síndica anterior percibía un salario de 54 mil 468 pesos brutos mensuales, mientras que la actual se está llevando la gloriosa cantidad de 78 mil 242 pesotes brutos mensuales.
Y aquí le dejamos al secretario del Ayuntamiento que, al igual que el famoso “Capulina”, también repite puesto en esta administración y pasó de ganar 35 mil 40 pesos brutos al mes el trienio pasado a 58 mil 400 pesos mensuales brutos en este, nada despreciable la cantidad.
Como ve, estimado lector, hay políticos que todavía replican las viejas mañas de antaño y que no entran a la vida pública para servir a su municipio, sino para aparentemente servirse a ellos mismos. Mientras, para el ciudadano promedio, desencantado de la política, sólo le queda centrarse en el trabajo honesto del día a día, porque aumentarle 30 mil pesos al sueldo sería una utópica realidad de la que muy pocos se pueden dar el lujo; cuando existen personas ganándose 200 pesos al día, funcionarios como “El capulina” de Calimaya le meten varios ceros más a su sueldo que de por sí ya era ostentoso mientras su municipio se desmorona.
Osvaldo García
