Conflicto de intereses

Director de Salud de Calimaya, ¿le compra suministros a su hermana?

El artículo 8 de la Ley Federal de Responsabilidades Administrativas de los Servidores Públicos es muy claro cuando dice que todo servidor público deberá “excusarse de intervenir, por motivo de su encargo, en cualquier forma en la atención, tramitación o resolución de asuntos en los que tenga interés personal, familiar o de negocios, incluyendo aquéllos de los que pueda resultar algún beneficio para él, su cónyuge o parientes consanguíneos o por afinidad hasta el cuarto grado, o parientes civiles, o para terceros con los que tenga relaciones profesionales, laborales o de negocios, o para socios o sociedades de las que el servidor público o las personas antes referidas formen o hayan formado parte”.

Esto viene a colación ya que el pasado 13 de febrero de 2020, el Ayuntamiento de Calimaya a cargo de “El capulina” Óscar Hernández, adquirió dos tanques de oxígeno con un valor de 16 mil 332 pesos cada uno, o sea 32 mil 664 pesos por ambos, al proveedor Gabriela Maya Robles, según datos de la solicitud de información 00053/CALIMAYA/IP/2022 en poder de esta redacción.

Por si no le suena este nombre, hay que apuntar que el director de Salud de ese periodo fue Luis Manuel Maya Robles, quien, debió hacer méritos con el alcalde porque al igual que él, repitió cargo en esta administración;

Retomando la Ley, estamos frente a un caso claro de “conflicto de interés” en el que incurrió este funcionario al realizar la compra a quien aparentemente sería su hermana y calificaría como una falta administrativa grave según la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de México y Municipios, que indica que “El servidor público deberá informar inmediatamente sobre cualquier conflicto de interés que pudiera incurrir, al jefe inmediato o al órgano que determine las disposiciones aplicables de los entes públicos, solicitando sea excusado de participar en la atención, tramitación o resolución de los mismos”.

Pareciera que en Calimaya, todo mundo se volvió sordo y ciego porque absolutamente nadie levantó la voz ante tal falta, por el contrario, vislumbrando las habilidades de este Director, se le dio chance de seguir otros 3 años exprimiendo las arcas municipales, porque a decir de algunos, “ya le sabe al negocio”, al grado que fue el mismísimo “Capulina” quien estaba enterado de la situación y hasta dio su Visto Bueno, ni que decir de los entonces regidores, ya que dicha compra, se dice, debió ser aprobada en sesión de cabildo; beneficiando a la familia Maya Robles y quizá a quienes dejaron pasar el asunto a cambio de una posible rebanada del pastel.

Según esta misma Ley, las sanciones administrativas por la comisión de faltas administrativas graves las deberá imponer el Tribunal de Justicia Administrativa a los servidores públicos, y según determine, este Director se podría ganar una fabulosa y flamante suspensión sin goce de sueldo, una maravillosa inhabilitación para desempeñar cargos públicos o hasta una extraordinaria sanción económica que no podrá ser menor o igual al monto de los beneficios económicos obtenidos. ¿Será que estos 32 mil pesos en tanques, son el único negocio de Maya Robles?

Lo que más debe indignar a los calimayeneses es que a pesar de que esta compra se realizó en pleno 2020, Luis Manuel Maya Robles siga sirviéndose de las arcas municipales y que el alcalde pueda tener conocimiento de las triquiñuelas que hacen sus empleados, peor aún, que Lui Manuel Maya Robles sea solo una pieza en el ajedrez de algo mucho más macabro sucediendo dentro del Ayuntamiento de Calimaya desde 2019.

 

Osvaldo García

 

 

 

 

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