Es así como empieza la administración que encabeza el “mayestro” Rausel Cervantes en Joquicingo, que apenas con cinco meses en el poder y presuntamente ya no le alcanza el dinero para llevar el progreso que tanto le prometió a su pueblo, por lo que, al parecer, se le hizo fácil endeudar al municipio para que a fin de cuentas, sean los mismos ciudadanos quienes paguen los platos rotos.
Recuerde usted que cuando un súper sabio en las finanzas públicas se llega a sentar en la silla presidencial del ayuntamiento, y no le alcanza el dinero para sus más truculentas ideas, lo primero que hace es, endeudar a sus paisanos, acabo que ni él lo va a pagar, pero sí los ciudadanos de a pie que viven en este municipio.
Cabe recordar que en la entrega anterior le comentamos que este personaje político, invierte solo el 20% del presupuesto anual en obras en el municipio, a lo que seguramente alguno de sus asesores verdes, le habrán comentado que era muy poco de inversión en comparación con otros presupuestos como el de los salarios, por lo que era viable pedir dinero prestado al banco.
Que no le extrañe, amigo lector, que el día de mañana, este esbirro político empiece a cobrarle el agua y algunos otros impuestos sacados de la manga para pagar sus deudas.
Es importante recalcar, que en el acta de cabildo número 18, el alcalde y sus amigos “levanta dedos” regidores, le autorizaron al “Párvulo” Tesorero, adquirir una deuda pública por la cantidad de 6 millones 325 mil 398 pesotes para obra, cosa que hasta este punto suena razonable.
Lo turbio es que en el presupuesto asignado para este 2022, se tomó en cuenta otro adeudo por poco más de 8 millones y medio de pesos, lo que llama mucho la atención pues con los 6 millones extras, el ayuntamiento tendría una deuda de 14 millones.
Seguramente el cabildo de Joquicingo anda pensando como político de banqueta, yéndose de frente con la gastadera, como esa señora que se va a endeudar a Elektra para hacer la pachanga de XV años de su chamaca y cuando ya no tiene con qué pagar, se le viene un chispazo de genialidad y le corre a Coppel a pedir otro préstamo para pagar lo que ya le debía al Elektra; destapando un hoyo para tapar otro, dejando grandes boquetes en la economía familiar; así como aparentemente sucede en Joquicingo.
Suena muy chistoso que “el mayestro” Rausel con todo y sus súper asesores verdes realicen este tipo de “tonterías” por llamarles de alguna manera; sabiendo que la ciudadanía terminará pagando las consecuencias de la inexperiencia y novatadas de estos politiquillos.
Eso sí, mientras no se trate de pachanga, porque ahí tiene usted la comilona que se aventaron festejando a los suyos, ese festejo del día del maestro en el que si invirtieron varios miles, ¡hasta parecía boda!, de esas que hacen los “millonetas”, con menú de 3 tiempos, chupe, música en vivo y rifa de regalos de electrodomésticos como estufas y hasta una caminadora, como si quisiera demostrarle a sus compadres del gremio que el “mero mero” de la educación en la zona del Valle de Toluca es el “mayestro” Rausel Cervantes, a través de estos “pichurrientos” eventos que solo afectan la cuenta pública municipal.
Dicen por ahí que “piensa mal y acertarás”, ¿será que este tipo de gastitos no son más que una pantalla? ¿Será que nuestro alcalde este pagando el favor que le hizo el Partido Verde, y ahora distraiga esta lana para dársela al pajarito Pepe Coutoleng, para su campaña próxima a gobernador?
Pero bueno amigo lector, en nuestra siguiente entrega le contaremos un poco el estilo de vida de nuestro queridísimo “mayestro” Rausel y su respetable familia.
Ariz Vega
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