Mucho se ha dicho sobre la aparente falta de experiencia del “mayestro” alcalde de Joquicingo, Rausel Cervantes en cuestiones de administración pública, quien al parecer piensa que con su flamante sonrisa va a mantener la empatía del pueblo que le dio un voto de confianza para representarlos como autoridad.
Sin embargo, resulta incongruente el manejo de los recursos del municipio y peor aún, la asignación que se le ha dado a los dineros en varios sentidos, y en esta ocasión, hablando del presupuesto de egresos para el ejercicio fiscal 2022, resalta el dinero presupuestado para Servicios Generales, con la cantidad de más de 13 millones 226 mil pesos.
Cabe destacar que, de acuerdo con el Manual para la planeación, programación y presupuesto de egresos municipal para el ejercicio fiscal 2022, publicado en la Gaceta de Gobierno del Estado Libre y Soberano de México, el clasificador por objeto del gasto municipal, define a los Servicios Generales como: “asignaciones destinadas a cubrir el costo de todo tipo de servicios que se contraten con particulares o instituciones del propio sector público; así como los servicios oficiales requeridos para el desempeño de actividades vinculadas con la función pública”.
Entre esos servicios destacan: Pago de servicios postales, servicio de telefonía, energía eléctrica, agua, internet, mensajería, paquetería, arrendamiento de terrenos, renta de edificios, locales o renta de equipo de cómputo. Así mismo, renta de equipo de transporte o maquinaria como retroexcavadoras, barrenadoras, revolvedoras, grúas; entre otros.
Y como aquí el que tiene la última palabra es usted, amigo lector, le preguntamos ¿No cree usted que más de 13 millones es mucho dinero para pagar este tipo de cosas? Porque hay que destacar que es nada más para el 2022, por todo el trienio se estaría gastando un aproximado de 40 milloncitos, a reserva de ver si no aumenta en los años siguientes.
Lo peor viene cuando en un documento publicado por el mismo ayuntamiento, designado como “clasificador de gasto”; de los más de 13 millones, se estrían ocupando poco más de 5 millones para servicios básicos (luz, agua) y casi 1 millón 700 mil para servicio de renta de quién sabe qué cosas.
Esto se traduce en que un aproximado de 7 millones están designados a los principales conceptos, pero ¿Los otros 6 millones? No vaya usted a decir que se gasta uno esas cantidades en internet, teléfonos, mensajería y paquetería.
Bien dicen que el abono entre más se revuelve, más apesta y aparentemente las finanzas de Joquicingo ya empezaron a despedir desagradables olores.
Ariz Vega