Justo cuando creímos que Joquicingo se estaba hundiendo en la aparente mediocridad de una administración gris encabezada por el “mayestro” Rausel Cervantes Huertas, hoy, un par de superhéroes hacen su aparición.
A decir verdad, no se sabe si realmente sea para salvar al municipio o al alcalde, con eso de que hasta su señora madre intenta mermar la labor periodística de este medio de comunicación, quizá sea el turno de los “Superintendentes” entrar al quite para levantarle el evento al presidente municipal.
Y es que de otra manera, no se explica el porqué, dos personas, con oficios de “intendencia” estén recibiendo más dinero que un director de área, un paramédico o incluso un oficial calificador.
Así como lo lee, amigo lector; resulta que entre las filas del Ayuntamiento de Joquicingo, dos personas que ostentan el cargo de “intendentes” están recibiendo un sueldo igual al de algunos directores de área; se trata de Juana Franco, con un sueldo de $10 mil 80 pesos brutos mensuales, exactamente lo mismo que está ganando la Directora de Atención a la Mujer y el Director de UIPPE, sueldo que rebasa lo que ganan el Coordinador de Protección Civil y los paramédicos, quienes no llegan ni a los 10 mil pesos; ¿Será más importante barrer que atender emergencias? Están de pensarse las prioridades de la actual administración de Joquicingo ¿No cree usted?
Por otro lado está Gerónimo Uribe con un sueldo de $10 mil 800 pesos brutos mensuales, ganando más que Eliseo Rodríguez, director de Desarrollo Económico y Brenda Medina, Oficial Calificador del municipio.
No hay que mal interpretar el hecho de que ser “intendente” es un oficio decente y que se merece todo el respeto para quien lo ejerce, sin embargo, la media de sueldos del personal que desempeña esta labor dentro de la administración del “mayestro” Rausel, no llegan a tanto, pues existe un aproximado de 20 personas que tienen este mismo nombramiento, que no llegan ni a los 6 mil pesos de salario; brigadistas, secretarias, asistentes y choferes que no le llegan a ese sueldo; poniendo en entredicho, nuevamente, si Rausel Cervantes realmente tiene idea de cómo manejar los dineros del municipio.
Algunos otros, con un poquito más de malicia, le apuntan al rumor de uno que otro posible aviador dentro de la nómina, ya ve usted que no es cuento nuevo, eso de que entre asesores, auxiliares y uno que otro puestecito extra, se paguen favores y compromisos adquiridos en campaña para poder llegar a saborear las mieles del poder para sentirse dueños del municipio.
Habrá que ver si por ahí salta la liebre en una nómina que incluya posibles amigos, compadres y parientes que llenen puestos “menores” ganando lo mismo que puestos claves, como el caso de los “superintendentes” de Joquicingo.
Ariz Vega
