Tan cierto el pensamiento que dice “Para un maestro, poner el ejemplo, es más importante que lo que enseña”, pero lamentablemente, en muchas ocasiones, el ejemplo no es del todo bueno, ya que existen algunos que se dicen capacitados para enseñar pero no saben el buen ejemplo dar.
Y como ya salió verso sin esfuerzo, hoy le vamos a contar una historia digna de recitarse en público.
Como usted recordará, en ediciones pasadas le dimos a conocer la cantidad que se lleva el “paladín de la educación”, alcalde de Joquicingo, Rausel Cervantes; quien a pesar de dirigir un municipio relativamente pequeño en cuanto a población se refiere, se lleva a su casita nada más y nada menos que la flamante cantidad de $84 mil 800 pesotes brutos mensuales; mientras que los regidores están ganando la cantidad de $43 mil pesos brutos al mes aproximadamente.
Sin embargo, resulta una obscenidad para cualquier ciudadano, el hecho de que se presuma el sueldo de una secretaria ganando $46 mil 212 pesos brutos mensuales, ¿Será que ahora, además de “superintendentes, en Joquicingo también hay “supersecretarias”?
Esta información fue publicada por Jordy Rico Olivares, responsable de la Unidad de Información y Planeación, Programación, Evaluación y Transparencia, a través del Portal de Información Pública de Oficio Mexiquense (IPOMex), la misma que usted puede corroborar de forma digital en la plataforma mencionada, en el apartado de “Remuneraciones”.
Cabe destacar que, en caso de estar frente a la misma situacion del par de intendentes con sueldos de coordinadores y directores de área, la pregunta obligada sería, ¿Pues qué funciones tiene esta secretaria para andar cobrando semejante sueldo? Porque eso de tener el 3er sueldo más alto de la actual administración de Joquicingo, sus sacrificios debe tener.
Peor aún sería que ni el tesorero ni los regidores le lleguen al sueldo a la susodicha en cuestión; algunos podrían pensar que sus habilidades dentro de la administración pública municipal son superiores, entonces no tendría caso andarle pagando al resto del cabildo.
En caso de no andar desquitando el obsceno salario, habría que hacer fila para ser contratado por el “mayestro” Rausel Cervantes, ya que, aparentemente, se le da eso de pagar bien por redactar oficios y hacer limpieza; mientras que el ciudadano promedio se parte el lomo para llevarse sus 200 pesitos diarios a casa con jornadas pesadas de trabajo y en condiciones, muchas veces deplorables; nada como la comodidad de una silla en la presidencia municipal ¿no cree usted?
Ariz Vega