Qué lejos quedaron los días en los que el “Paladín de la educación” hoy alcalde de Joquicingo, Rausel Cervantes, era apenas un candidato buscando la aprobación de la ciudadanía para convertirse en presidente municipal; prometía actuar con responsabilidad, respeto y sensibilidad para administrar el patrimonio del municipio; “Sabemos que para atender de fondo los problemas de inseguridad es preciso trabajar en el terreno de la justicia social, así como en el combate a la desigualdad y la pobreza”, decía en ese entonces buscando endulzar el oído de la población.
Sin embargo, bien dicen que del dicho al hecho hay mucho trecho y pareciera que al “Mayestro” Cervantes Huertas, se le olvidó muy rápido su compromiso de mitigar la desigualdad y la pobreza.
De los más de 100 millones de pesos presupuestados para el municipio durante el 2022, 46 millones van para nómina y apenas poco más de 21 millones para inversión pública; que por si no fuera poco, al parecer no se distribuyeron equitativamente.
Ahí tiene usted que en la entidad hay 4 delegaciones y de las 21 obras programadas van, 2 para El Guarda, 3 para Maxtleca, 3 para la cabecera municipal, 4 para San Miguel de Ocampo y 7 para Techuchulco, sí amigo, lector, 7 para la delegación de donde es oriundo el alcalde.
Existen 2 más que serán aparentemente en todo el municipio que son cuartos dormitorios y la implementación de calentadores solares.
Recordará usted la denuncia que realizó la población de “Ojo de Agua” para pedir topes que podrían evitar accidentes graves en el paraje mencionado, pues bien, se dice que cuando pidieron que les limpiaran las cunetas donde se acumula el agua en temporada de lluvias y que afecta a la ciudadanía considerablemente, obtuvieron respuesta de un regidor quien les hizo saber que no había presupuesto asignado a esta comunidad, por lo que no los iban a poder ayudar.
Además, el préstamo adquirido de más de 6 millones de pesos se repartirá en 5 obras, una para cada delegación y una para la cabecera municipal, que por cierto se trata de un gimnasio que costará 1 millón 250 mil pesos, ¿No sería mejor dejar de lado un gimnasio para atender necesidades realmente urgentes como que no se inunde un lugar? Así las prioridades del “profesorcito” de Joquicingo.
Ni qué decir de los otros 11 parajes como El cerrito, Barranca Honda, el Rayo o Pilaco; lugares en los que dicen, solo se aparecen los candidatos cuando es tiempo de pedir el voto y después se dejan en el olvido y nunca más les vuelven a ver las caras.
Usted tiene la última palabra, amigo lector, para exigirle a sus autoridades atención a las necesidades de su comunidad y dejar las vanalidades a un lado para quedar bien con unos y trabajar cumpliendo con lo que prometió.
Ariz Vegaç