Muchas especulaciones han habido después de la desbandada de servidores públicos dentro del Ayuntamiento de Tenango del Valle, que, dicho sea de paso, nunca se había visto en otras administraciones.
¿Renuncia o despido? Porque la cantidad de dimes y diretes está imparable con cada protagonista dando su versión; dejando claro que mientras unos dicen que sus principios no compaginan con los del alcalde, el “Padrino Mágico” se esfuerza para hacer magia y demostrar que “corrió” gente adiestra y siniestra porque no cumplen con una certificación.
Este “abandono” o “despido”, solo ha aumentado los rumores sobre la posibilidad de que el edil esté haciendo usos “indebidos” con los recursos del municipio y los extrabajadores no se quisieron prestar a dichas tretas por las consecuencias que se pudieran venir con las auditorías futuras, incluso se habla de adquisiciones ostentosas, presunto desvío de recursos y posibles cuotas para el presidente municipal que se volvieron impagables.
Quizá Bautista Arellano subestima la inteligencia de la ciudadanía, ya que solo deja en evidencia una verdadera ingobernabilidad dentro del Gobierno Municipal, ya que mientras existen nombramientos que requieren la dichosa certificación, como el del Director de Obras Públicas, el Tesorero, el Secretario del Ayuntamiento, entre otros; muchos d los funcionarios salientes (que según dicen son bastantes) no requieren ser certificados por el Instituto Hacendario del Estado de México, no deben cumplir este requisito según la Ley Orgánica Municipal del Estado de México e incluso el Órgano Superior de Fiscalización del Estado de México (OSFEM), no evalúa a todos los servidores bajo estos términos.
Y es que el tema del “abandono” al alcalde no es cosa nueva, ya se veía venir desde que, durante su informe de 100 días de gobierno, ni los regidores se hicieron presentes aparentemente por no estar de acuerdo con la manera en la que se estaban manejando las cosas dentro del ayuntamiento; cuando los dejó sin recursos en las regidurías y se incrementó el rumor de que a diferencia de los que “abandonaron el barco”, el “Chalán VIP” de Tenango del Valle, estaba despidiendo gente a diestra y siniestra porque presumiblemente ya no le cuadraban las cuentas y necesitaba ahorrarse algunos sueldos. ¿Será? Además de que dicen, se la pasaba haciendo “el fuchi” a algunos miembros del cabildo y los relegaba para que no figuraran en sus finísimos eventos.
Lo grave aquí es ¿Qué tanto le saben las personas salientes al alcalde? ¿A quién va a contratar Bautista Arellano para ocupar esos cargos? ¿Alguno se atreverá a hablar con pruebas?
Mientras tanto, a ojos de la población, el cansancio y hartazgo ya no solo es de quienes viven las carencias día con día, sino de la misma gente que aparentemente, Bautista Arellano solía manejar como “títeres” a su conveniencia; por lo que hoy, el Ayuntamiento de Tenango del Valle, queda a la deriva de los presuntos antojos de un presidente municipal que claro que sí trabaja, pero que dicen, solo para llevar agua a su molino personal.
Ariz Vega