Pero no crea usted que es porque necesitan más metros de vialidad para que quepan los automóviles, sino porque tan aparentemente mediocre ha sido el inicio de la administración de “el osito” Isaac Reyes Salazar, que prefiere invertir en mucha iluminación antes de arreglar las calles que afectan realmente a la población.
Las malas decisiones de la administración municipal ya tiene sus primeras consecuencias, y es que recordemos que a este servidor público se le ocurrió la brillante idea de destinar solamente 16 millones de pesos para obra pública y más de 42 millones de pesos para nómina, lo que presuntamente tiene hoy al municipio en un evidente retraso. Tan sólo basta darse una vueltecita por esta demarcación para ver las pésimas condiciones en la que se encuentra.
Las calles están hechas un desastre, hay múltiples baches y charcos, al grado de que ya no cabe uno más, gracias a la falta de mantenimiento.
Cada vez que llueve se agrava todavía más la problemática de los baches, ya que estos hoyos dañan los automóviles, provocan ponchaduras de llantas, rines chuecos, llantas boludas, golpes en el escape y accidentes, además de que los encharcamientos cada vez se hacen más grandes y dejan a los visitantes foráneos con un muy mal sabor de boca.
Algunas calles están tan dañadas que los trabajos de bacheo ya no son una solución, se deben realizar obras de reencarpetado, como refieren algunos lugareños.
De acuerdo con la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, la población manifestó que los baches en calles y avenidas es uno de los principales problemas que enfrenta. Las quejas de la ciudadanía a este respecto, pasó del 76.6% en el primer trimestre de 2022 al 78.1% en el segundo trimestre del año.
Reducir el número de baches es factible si se realizara una mayor inversión y se cambiara el tipo de materiales empleados para la pavimentación. Se debería usar para el recubrimiento de las calles concreto hidráulico por su durabilidad y resistencia, pero hasta el momento, no se tiene claro un programa anual de obras, ya que, dicho sea de paso, el gobierno del “osito iluminado” no ha tenido a bien hacer pública dicha información, aún cuando ya ha sido solicitada al ayuntamiento a través de sus respectivas plataformas de transparencia.
Prácticamente no atienden ni una cosa ni otra; y mientras en otros municipios han decidido invertir en obras de pavimento con concreto hidráulico a pesar de su costo, en Atizapán las prioridades son otras, prefieren destinar más recursos de su presupuesto para los bolsillos de los servidores públicos que para obras que beneficien a la demarcación, eso sí, si a usted se le poncha un llanta a media noche, podrá tener la seguridad que para cambiarla por la llanta de refacción, estará rodeado usted de focos para que, por lo menos, no lo haga a oscuras.
Lety Serrano