No cabe duda de que es sabia la gente y se da perfectamente cuenta cuando a sus gobernantes les queda grande la silla y no llenan los zapatos de lo que representa ser un presidente municipal, como en Atizapán, donde el ya conocido “Osito Iluminado” Isaac Reyes Salazar es sumamente criticado por que a menos de un año de gobierno, se le está yendo de las manos el control de la entidad.
Esto se debe a que no ha podido con la creciente inseguridad que impera en el municipio, pues en lo que va de su gestión se han presentado e incrementado ciertos delitos que mantienen en “jaque” a la ciudadanía.
Las denuncias con mayor ocurrencia durante Abril de 2022 fueron Robo (8), Lesiones (3) y Otros Delitos del Fuero Común (3), las cuales abarcaron un 73.7% del total de denuncias del mes.
Al comparar el número de denuncias en Abril de 2021 y Abril de 2022, aquellas con mayor crecimiento fueron Robo con un incremento de 14.3%, de acuerdo con datos publicados por Data México Beta.
Recordemos que estas cifras pueden se mayores, ya que en muchas ocasiones los ciudadanos no levantan una denuncia por miedo a que lo extorsionen, o por considerarlo una perdida de tiempo ya que lo ven como un trámite largo y difícil, y por desconfianza a la autoridad.
Además, en redes sociales, decenas de personas suben fotos de los objetos robados esperando tener ayuda de la ciudadanía para recuperar sus pertenencias, ya que por lo visto confían más en la gente que en su propio gobierno.
“Si alguien la ha visto mi camioneta comuníquense por favor, Se la robaron ayer como a las 4:30 de la mañana, en Santa Cruz Atizapan si saben algo comuníquese, Me acaban de quitar mi moto, ojalá me puedan ayudar si la llegan a ver”, son algunos de los mensajes que podemos encontrar en redes sociales.
Cabe señalar que al municipio se le asignaron este año, 9 millones 694 mil 832 pesos del Fondo de Aportaciones para el Fortalecimiento de los Municipios y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FORTAMUN), dichos recursos se deberían haber designado dando prioridad al cumplimiento de sus obligaciones financieras, al pago de derechos y aprovechamientos por concepto de agua y a la atención de las necesidades directamente vinculadas con la seguridad pública de sus habitantes, o sea que recursos para seguridad si hay, que estén siendo aplicados, se pone en duda.
Quizá la estrategia del “Osito iluminado” sea justamente, seguir gastando el presupuesto en lámparas, que si bien son de ayuda para algunas zonas, no se debe dejar de lado muchas otras acciones que mitiguen la ola de delincuencia que impera en Atizapán, ya que no toda la gente cuenta con el poder de designarse un policía para que lo cuide día y noche, ya sea para acudir al trabajo o para salir una que otra nochecita a enfiestarse y alcoholizarse sin preocupación.
Lety Serrano