Podrían existir dos poderosas razones por las que un “jefe” elige a su equipo de trabajo, la primera es por el profesionalismo para ejercer sus funciones; la segunda porque podría ser “conveniente” para los intereses personales de algunos.
Aún no está claro para qué lado se inclina la balanza en el municipio de Otzolotepec, pues, aunque su Presidenta Municipal, Erika Sevilla Alvarado podría justificar sus elecciones de personal basada en la preparación y experiencia de los mismos, para muchos resulta sospechosa la contratación de cierto personal clave en el Ayuntamiento.
Tal es el caso de la Directora de Obras Públicas, Gabriela Macías Guillén, quien ha sido señalada por su escandaloso paso por el gobierno de otro municipio morenista, Xalatlaco, donde se habló de la presunta realización de obras “fantasma” gracias a las cuales se habrían aparentemente desviado 30 millones de pesos, los cuales pudieron ser posiblemente utilizados en la candidatura a la presidencia municipal de un ex compañero de trabajo.
Y es aquí donde las cosas se ponen cuestionables, pues en su anterior puesto, Macías Guillén recibía un sueldo más alto que el que hoy ostenta en Otzolotepec, por lo que muchos aseguran que lo que realmente buscó, fue salir a toda prisa del otro municipio.
Cabe destacar que Sevilla Alvarado preside un gobierno de continuidad, es decir, que es su segundo trienio al frente del municipio y, aunque conservó algunos colaboradores en sus puestos, uno de los cambios más radicales fue justamente este, el de la Dirección de Obras, que antes estaba a cargo de Daniel Arroyo Romero.
En este sentido, las críticas no se han hecho esperar pues se dice que la alcaldesa estaría preparándose para presuntamente financiar su próxima candidatura a una diputación y el área de Obras Públicas es una de las más importante cuando de “sacar provecho” se trata.
Habrá que cuestionar si las cosas en cuestión de Obras Públicas, son totalmente transparentes en el municipio, si no existen obras infladas en presupuestos, si las adjudicaciones son correctas y si los recursos están siendo utilizados de la mejor manera.
Mientras tanto, la imagen que se está formando entre la ciudadanía en este segundo trienio de Gobierno con Erika Sevilla como alcaldesa, deja mucho que desear, sobre todo cuando Macías Guillén no es el único personaje de reputación y profesionalismo cuestionable, pues por ahí se habla de otro servidor público despedido de dos municipios diferentes en administraciones pasadas por presumibles malas prácticas, pero que en Otzolotepec, encontró refugio desde el trienio pasado, justamente de la mano de Erika Sevilla Alvarado.
Reza el dicho, “Dime con quién te juntas y te diré quién eres”, ya nada más falta ver en qué resultan las siguientes evaluaciones para el gobierno municipal de Otzolotepec, que hoy está siendo ensuciado por individuos de dudosa procedencia y cuestionable ética profesional.
Ariz Vega