Joquicingo

Incumple la Ley Joquicingo en Cabildo Abierto

Si Joquicingo fuera una escuela, Rauselito Cervantes no sería el “mayestro”, más bien sería el alumno atrasado, incumplido y hasta lo pondrían en el rincón con tamañas orejotas. Sin embargo, para mala suerte de los gobernados, este personaje es el presidente municipal y sigue destacando por lo aparentemente lenta, opaca, gris y mediocre que es su administración.

Para muestra de esta afirmación, basta un solo ejemplo: la primera sesión de cabildo abierto, la cual se llevó a cabo el pasado viernes 4 de noviembre. Cabe destacar que es la primera sesión abierta que realiza el “mayestro”, cuando claramente la Ley Orgánica Municipal, en su artículo 28, dice que “los ayuntamientos sesionarán en cabildo abierto cuando menos bimestralmente” y se está llevando a cabo la primera ¡en noviembre! Siguiendo la Ley, debería ser ya la quinta sesión de cabildo abierto en el municipio.

Pero no, al parecer Rausel se toma las cosas con calma cuando se trata de dar voz a la gente y escuchar sus necesidades y propuestas. Aunado a ello, la sesión de cabildo no fue tan abierta, pues como lo señaló la convocatoria, solo se podían “presentar propuestas relativas a Derechos Humanos”, por lo que se dejaron a un lado otros temas de no menor importancia para los ciudadanos como rendición de cuentas, transparencia, campo, educación, etcétera.

Muy a modo delimitaron el único tópico a tratar, como si temiera el “mayestro” que le fueran a preguntar sobre temas de presupuesto o de sus múltiples asesores que están haciendo su agosto a costa del erario.

Bien dicen que “el miedo no anda en burro” y mejor evitar temas escabrosos sobre los manejos del Ayuntamiento, pues la misma convocatoria dice textualmente que “en caso de que no presente la documentación requerida, no se realice una propuesta concreta y el tema sea algo diferente al tema de la presente convocatoria, serán desechadas”.

Así de simple: si los ciudadanos quieren tratar temas que no le gusten al “mayestro”, no hay cabida para la participación ciudadana, ni para cuestionar a las autoridades.

Por ello, esta sesión abierta fue más una farsa que un verdadero ejercicio de democracia participativa. No cabe duda de que, siendo candidato, Rauselito era todo oídos y todo dulzura recorriendo las calles de Joquicingo y promoviendo el cambio. Pero un cambio fue lo que tuvo el “mayestro” al llegar a la presidencia, pues ahora parece que no le importa lo que la gente le quiera decir o es que teme dar la cara ante unos magros resultados en lo que va de su gestión.

Por su puesto, haciendo gala de su acostumbrada opacidad, esta sesión, como la gran mayoría de las sesiones de cabildo, no se publicará en gaceta, pues tal parece que para el Ayuntamiento todo debe quedar entre unos cuantos, sin que la gente se entere bien a bien el rumbo que está tomando el municipio al frente del “mayestro”.

Osvaldo García

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