Aparentemente sin aviso ni consulta, Calimaya ya tiene un nuevo depósito de desechos sólidos, en otras palabras, un nuevo basurero que muchos rumoran es clandestino, fruto de las improvisaciones del Gobierno Municipal encabezado por Óscar Hernández Meza. Así es, improvisado porque el Plan de Desarrollo Municipal del trienio en curso no contempla la apertura de un nuevo relleno sanitario en el municipio, sólo se maneja que las más de 20 toneladas que genera el municipio son dispuestas en el relleno regional de San Antonio la Isla, entonces ¿para qué abrir uno en Calimaya?
En este sentido, vecinos de San Lorenzo Cuauhtenco y San Marcos de la Cruz han pedido una explicación al ayuntamiento y se están organizando para impedir que sigan usando como tiradero a cielo abierto lo que en otros tiempos fue aparentemente una mina.
Los quejosos argumentan que no cuenta con los permisos necesarios para su funcionamiento y que no se les consultó como pobladores, ya que nada les garantiza la seguridad y salubridad del tiradero. Su mayor preocupación es que sea un riesgo para la salud y que se desate una plaga de fauna nociva. Esto debido a que presuntamente se están aprovechando de los socavones y excavaciones de minas de extracción de materiales para la construcción, por lo que no está diseñado propiamente como terreno de disposición de residuos.
Asimismo, denuncian que entran diariamente hasta 50 camiones a depositar los residuos, una cantidad mucho mayor a los que posee el municipio, ya que según la información del Plan de Desarrollo, el Ayuntamiento cuenta con “nueve camiones tipo compactador, una camioneta compactador y dos camiones volteo de renta” que “recolectan aproximadamente 25 toneladas de residuos al día”. Por ello, algunas versiones apuntan a que no sólo se está llenando con basura de Calimaya, sino que traen basura de municipios aledaños y estarían reprobando que se pudiera estar tomando como un negocio bastante lucrativo.
El mismo documento institucional señala que: “se tiene que comenzar a diseñar e implementar políticas públicas que generen una economía circular, principalmente en torno al tratamiento de los residuos, donde el aprovechamiento de las materias primas sea prioritario en todas las etapas del ciclo de vida de los productos”. Como se aprecia, una cosa son las buenas intenciones y lo que se maneja en los documentos y otra muy diferente es lo que se termina haciendo en el municipio.
Pues, si el ayuntamiento presidido por Hernández Meza tuviera el mínimo de consideración, habría presentado el dictamen de viabilidad, expedido por la PROPAEM, para el uso de estas tierras como tiradero, pero hasta el momento no se sabe nada al respecto.
Por el momento, con su ya acostumbrada opacidad, el gobierno municipal no se ha pronunciado ni mostrado la necesaria planificación y autorización a los pobladores, así como tampoco explicado por qué presuntamente se está trayendo basura de otros municipios.
Osvaldo García