A la vuelta de la esquina se encuentra el Primer Informe de Gobierno de Erika Sevilla como presidenta municipal de Otzolotepec y si bien ella y sus aparentes múltiples personalidades en redes sociales se han encargado de intentar levantar su imagen después de que, en este, su cuarto año como alcaldesa, las quejas hacia su administración han ido en aumento.
Y es que, las malas lenguas dicen que ya no encuentra como convencer a la ciudadanía para que la apoyen en la búsqueda de una posible futura diputación, por lo que aseguran, su más ansiado sueño era que la población Otzolotepense por fin empezara a acudir a eventos con mucha concurrencia y ella organizar eventos, pachangas y convivios, eso sí, sin dar cuentas ni a su propio cabildo; ya ve que, incluso, por ahí hay una sospecha en cierto festejo millonario que la señora viene arrastrando desde su trienio anterior.
Una de las cosas que más ha tratado de presumir Erika Sevilla, es su extraordinaria inversión en obras públicas, este año se llevan las palmas los más de 76 millones invertidos, los cuales, por supuesto no le llegaron a la comunidad el Espino, ni a la carretera que va hacia Mayorazgo, ni a algunas zonas de Santa Ana o San Agustín Mimbres; incluso hay gente que tiene años pidiendo, a través de oficios escritos, que sus autoridades pongan atención a sus necesidades y no han recibido respuesta alguna.
Lo importante aquí son los maravillosos 73 millones que Sevilla Álvarado seguramente va a presumir en su informe de Gobierno, de continuidad obviamente, quizá no para el progreso, pero sí para el aumento en el presupuesto, porque ese dinero invertido no se compara en nada con lo que se gasta en nóminas.
Así es amigo lector, y aquí le traemos las cuentas; tan solo de 2021 a 2022, el presupuesto de egresos autorizado subió unos 40 millones; pero no en inversión pública, ya que justamente en 2021, se invirtieron casi 80 millones de pesos, mientras que para este año se presupuestaron aproximadamente 73 y según la alcaldesa se invirtieron realmente 76; mientras que lo presupuestado para servicios personales (sueldos y salarios) subió de un año a otro, medio milloncito de pesos. Así de abismal es la diferencia, 45 millones aproximadamente.
Así que, si hay algo que aplaudirle a la alcaldesa en su primer informe de este gobierno es el gasto que se realiza en nóminas, ahora se entiende por qué el salario de la señora pasó de los 120 mil pesos brutos mensuales a los 145 mil de acuerdo con el tabulador de sueldos que no concuerda con lo publicado en la página de transparencia del ayuntamiento. ¿Cuáles principios de izquierda? Ahora se entiende que los morenistas le hagan el «fuchi» a Sevilla Alvarado, si el discurso de su partido se lo pasa por el arco del triunfo.
Ariz Vega
