Mucho se ha hablado de los dudosos manejos de las finanzas en Calimaya, algunos de los cuales hemos tratado en ediciones anteriores de este Semanario. Sin embargo, no sólo son los “dineros”, también el manejo de los bienes despierta muchas dudas, y vuelven a poner en entredicho la integridad de los funcionarios que están y que han pasado en los gobiernos de Óscar “Capulina” Hernández, quien ya cumple su cuarto mandato como presidente.
Como usted debe saber, amable lector, el Ayuntamiento tiene la facultad de realizar bajas a bienes inmuebles por concepto de donación y así “dárselos” a terceros. Esto se realizó en 2015, justo cuando era un familiar de Hernández Meza quien estaba al frente de la administración, con la donación de 11 esculturas cuyo valor iba de los 29 mil pesos hasta los 106 mil pesos, y que sumadas alcanzan el valor de 684 mil 400 pesos.
Ante esta extraña “donación”, se inició una queja sobre este sospechoso y poco transparente procedimiento de baja. Sin embargo, el Departamento de Atención a Quejas de la Dirección de Responsabilidades Administrativas dictaminó que no había elementos para el inicio de un procedimiento administrativo disciplinario. Acuerdo que se ratificó recientemente en cabildo, en junio de este año, bajo el folio 076/024/ORD/22. Pero ni en la Gaceta Oficial publicada ni en el cabildo correspondiente se dieron a conocer los detalles de a dónde fueron a parar las esculturas ni las razones para desestimar la queja, con lo que los realizadores de esta “baja” simplemente no van a tener que responder nada sobre estos bienes que fueron adquiridos con recursos públicos.
Caso similar a lo ocurrido en la pasada administración 2019-2021, también presidida por Óscar Hernández, donde en una de las últimas sesiones de cabildo, de fecha 30 de noviembre de 2021, casi al finalizar ese trienio, se realizó la baja por donación de diversos artículos todo de un “jalón”.
Los bienes son los siguientes: un camión tipo estacas de 125 mil, camión pipa de 416 mil 500 pesos, estacas TM DH versión especial de 182 mil 200 pesos, camioneta pickup Nissan de 150 mil pesos, dosificador de gas de 79 mil 924 pesos, bomba tipo turbina de 38 mil 869 pesos, escritorios metálicos, uno de 7 mil 308 pesos, otro de 6 mil 29 pesos y dos más de 6 mil 29 pesos cada uno; archivero de 6 mil 788 pesos, impresoras multifuncionales, una de 7 mil 295 pesos y otra de 7 mil 661 pesos; y 3 equipos de cómputo valuados respectivamente en 12 mil 526, 17 mil 700 y 12 mil 841 pesos.
Todo ello, como indica el Portal de Información Pública de Oficio Mexiquense (IPOMEX), son valores correspondientes al “valor del bien a la fecha de la baja”, o sea, que no es lo que costaron cuando fueron adquiridos, sino lo que costaron al momento de ser donados. Aspecto confirmado porque sus números de folio en inventario no aparecen en la relación de bienes obsoletos de dicho periodo, lo que indica que estaban bien y funcionando al momento de la baja.
Por supuesto, la administración 2022-2024, igualmente presidida por Hernández Meza, no ha dejado ni huella de la sesión de cabildo en que fueron aprobadas las bajas ni tampoco la gaceta que debe informar de dichos acuerdos. Así que todo indica que, en esos últimos meses de la pasada administración, aplicaron el famoso “año de Hidalgo”, dando de baja bienes de los cuales no hay registro de los beneficiarios, ni de las razones para regalar bienes que pertenecían al municipio, no a los funcionarios en turno.
Osvaldo García
