“En sus narices”: Delincuencia imparable a unos metros del alcalde de Calimaya

No es novedad que en Calimaya desde hace un tiempo se vive un clima de inseguridad que el gobierno municipal, presidido por Óscar Hernández Meza, no ha sabido contrarrestar, pues no pasa una semana en la que no haya algún incidente que afecte a la población, y que van desde robo de autopartes hasta cadáveres abandonados, pasando por el asalto a peatones.

Dicen que sobre aviso no hay engaño y a pesar de que durante diciembre ya había muchas denuncias en redes sociales que aseguran haber contactado a Seguridad Pública municipal para informar del modus operandi de delincuentes a bordo de un automóvil modelo “Tsuru” que había estado asaltando a peatones, nuevamente ha destacado por su aparente ineficacia el personal a cargo de Edgar Eduardo Tarango, comisario de Seguridad.

Este fue el caso de trabajadores de una pizzería local, quienes señalaron que uno de sus repartidores fue interceptado y asaltado por dos personas, despojándolo de sus pertenencias, esto en Avenida Las Torres y la calle conocida como la Calzada, a unos cuantos metros de lo que presuntamente es el domicilio del mismo presidente municipal.

En redes sociales, los trabajadores de la pizzería señalaron que: «Una pareja, hombre moreno 1.70 aprox de estatura y una mujer van a bordo de un Tsuru blanco, por favor si alguien llega a ver ese carro cuídese mucho y si pueden avisarnos por dónde lo ven se los agradecería mucho ya que le quitaron sus cosas entre ellas un objeto de mucho aprecio para mi repartidor”.

Sin embargo, esta no es la primera vez que se señala a este vehículo, pues con anterioridad ya se había reportado a través de la página de Facebook de la delegación de San Andrés Ocotlán que: «En este tsuru gris sin placas andan asaltando en San Andrés Ocotlán, (así) como en las vialidades de los fraccionamientos, si lo ves llama a la policía municipal y reportarlo”.

Asimismo, ante la falta de vigilancia e investigación por parte de Seguridad Pública municipal, la gente ha comentado en repetidas ocasiones, que no hay la voluntad para reforzar el patrullaje ni tampoco para investigar a través de las cámaras de videovigilancia disponibles y mucho menos para invertir en mayor equipo de tecnología para este propósito.

Imagine usted, estimado lector, si eso pasa a unos metros de lo que supuestamente es el domicilio del alcalde, qué no podría pasar en otros lugares del municipio. Muy probablemente sea que el alcalde no tome cartas en el asunto, así sea a unos metros de su domicilio, por el desinterés que acostumbra a mostrar cuando no se trata de eventos y ceremonias para su lucimiento personal, lo cual también abonaría a los supuestos de que a pesar de contar con muchas propiedades en el municipio, el alcalde presuntamente ya no reside en el mismo, al menos no de forma fija.

Independientemente de si vive o no ahí, resulta realmente vergonzoso que, durante los informes de gobierno, tanto del Ayuntamiento, como del DIF, este último donde habló más que la propia presidenta, mostrando su afán de protagonismo, quiera mostrar un municipio que no corresponde con la realidad de los ciudadanos, quienes son los que día a día se ganan la vida con su trabajo, no viniendo del erario público por cuarta vez.

Osvaldo García

 

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