Acusan de favoritismo en entrega de juguetes en Joquicingo
Como cada año, es de destacar la gran labor social que realiza la Fundación Azteca, a través de su programa “Juguetón”, para reunir millones de juguetes y así llevar hasta los lugares más humildes y marginados del país, un presente de Día de Reyes a los pequeños de estas comunidades.
Por fortuna, este beneficio llega a Joquicingo, donde el “Juguetón” pone los juguetes y el Ayuntamiento se encarga de repartirlos, yendo a las escuelas y entregándolos a los niños y niñas. Sin embargo, esta labor se ha visto opacada por el aparente afán de protagonismo y reflector de algunos funcionarios que se han querido colgar la medalla como si ellos hicieran esto por su bondad y caridad y no fuera parte de su trabajo.
Tal es el caso del alcalde Rausel Cervantes y su primer regidor Alan Solano, quienes como su gran obra de principio de año han presumido la entrega de juguetes de parte de este programa de ayuda de parte de una empresa privada. Y el problema no es que hagan “caravana con sombrero ajeno”, a lo cual estos funcionarios parecen estar acostumbrados, por ejemplo, al adjudicarse obras del trienio anterior; sino lo que deja cierta consternación es la manera en la que aparentemente se han repartido estos obsequios.
Esto después de que en redes sociales la ciudadanía ha denunciado y comentado que presuntamente se hizo una selección de juguetes y no se da de la misma forma a todas las escuelas, mostrando un claro favoritismo a ciertas instituciones y a ciertas comunidades. Y no sería la primera vez que se hace notar esto, pues algunos habitantes piensan que hay una clara preferencia hacia Techuchulco, comunidad donde tiene su domicilio el alcalde, y por supuesto, la cabecera municipal, dejando rezagadas a otras partes del municipio.
Esta no sería la primera vez que se le recrimina por este tipo de comportamientos que se pueden calificar de discriminación, pues las obras que el municipio realiza, también, habitantes de otras comunidades, acusaron de una tendencia a dar mayor apoyo a algunos lugares y de rezagar a otros, tales como El Guarda y Maxtleca, y dando a entender que en Joquicingo hay ciudadanos de primera y ciudadanos de segunda, ¿usted qué opina, amigo lector?
De ese tamaño puede ser la soberbia de algunas personas, que han pasado su vida en puestos grises y que cuando por fin consiguen un lugar de cierta relevancia, se les sube a la cabeza y no hay quien los ponga otra vez en la realidad y los ubique para que así comiencen a gobernar para todos, sin distinciones ni favoritismos, pues en lo que menos se lo esperan, se acaban sus 15 minutos de fama, y la propia gente se da cuenta de qué tipo de personas son en verdad, y que suelen ser todo lo contrario de lo que pregonaban en campaña.
Osvaldo García