De las mentiras dicen que “caen por su propio peso” y que “cae más rápido un hablador que un cojo”, y penosamente este es el caso de Rausel Cervantes, quien como ya habíamos tratado en ediciones anteriores, le dio por presuntamente “inflar” algunos datos en su informe de un año al frente de la administración del gobierno de Joquicingo.
En esta ocasión, más que “inflar”, al alcalde ya de plano le dio por “inventar” acciones que nunca se llevaron a cabo, como lo son los apoyos para vivienda, aun cuando desde enero del año pasado estaban presupuestados, como lo indica el Programa Anual de Obras 2022, donde se ve que hay destinados para creación de cuartos dormitorio la cantidad de 2 millones 49 mil 450 pesos, mientras que para “suministro e instalación de calentadores solares” hay presupuestados 2 millones 203 mil 327 pesos.
Sin embargo, en su primer informe, no hay ningún dato de que se ejercieran esos recursos, pero eso sí, no tuvieron vergüenza de mencionar en el apartado de “Inversión en infraestructura” que: “Nos queda claro que para mejorar la seguridad y la sostenibilidad de nuestro municipio implica garantizar el acceso a viviendas seguras y asequibles”.
En seguida, se dan cuenta de las obras realizadas en el año, sin que aparezca ni una sola acción de mejoramiento o apoyo a viviendas por parte del gobierno. Así que muy claro no les quedó y que eso de “viviendas seguras y asequibles” es pura demagogia, o como coloquialmente se dice: “atole con el dedo”.
Así es, el informe no explica qué se hizo con el dinero presupuestado para construcción de cuartos dormitorio ni de instalación de calentadores solares, apoyos que la mayoría de los municipios dan a sus ciudadanos porque es uno de los rubros que contempla el Fondo para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FISMDF) que según la Secretaría de Finanzas del Estado de México asignó en este fondo para este año a Joquicingo 14 millones 18 mil 327 pesos.
Lo que esto también dice de esta administración no es solo que no cumplen con la gente, al no dar apoyos para vivienda, y también habla de lo mal que hacen su trabajo al presupuestar obras y acciones que no pudieron cumplir, o sea que no pasaron del papel a la realidad.
A eso hay que sumarle que el flamante tesorero, quien debe llevar las riendas de los dineros y de lo que se puede hacer con ellos, firma como pasante en Contaduría, pues eso ya dice mucho sobre el desgarriate que hay en las finanzas del municipio. Ah, pero eso sí, Rausel dice que todo va muy bien y sin endeudarse… ya nada más falta que le crezca la nariz.
Osvaldo García
