La ciudadanía de Tenango del Valle ha hecho externa su inconformidad sobre la actitud aparentemente presuntuosa y pretenciosa con la que se maneja el alcalde, Roberto Bautista Arellano, siempre echándole flores a sus acciones en diversas materias, como la seguridad.
Sin embargo, en el tema de los recursos, es muy común escucharlo decir que, si hay problemas de dineros, es culpa de administraciones anteriores y nunca se habla de sus contratos de catering (desayunos, comidas o cenas), productos de limpieza y hasta papelería.
En este sentido y de acuerdo con lo publicado por el propio ayuntamiento en su página web oficial, existen 9 facturas de productos de papelería y oficina, las cuales contienen adquisiciones un tanto cuestionables y son expedidas por el mismo proveedor. Cabe destacar que hay facturas que no están públicas y las de este tipo de compras solo comprenden los primeros 5 meses de gobierno.
Pues bien, lo gastado hasta el mes de mayo fue de $267 mil 223 pesotes, con algunas constantes como hojas blancas, clips, bolígrafos y folders; pero oiga usted, amigo lector, ¿comprar casi 800 sacapuntas y 3 mil tijeras? Mire usted que tan solo en el tabulador de sueldos 2022, hay un registro de más de aproximadamente 530 personas laborando para el gobierno municipal entre sindicalizados y de confianza; suponiendo que le dan un sacapuntas y unas tijeras a cada uno, el restante es bastante considerable, incluyendo a policías e intendentes. ¡Hágame usted favor!
De perforadoras, reglas para medir de aluminio y calculadoras debe haber de sobra; y aunque usted dirá, a fin de cuentas, son cosas que se ocupan, debe haber fuga masiva de insumos porque al menos de los sacapuntas la primera factura es del 3 de mayo cuando compraron 630 y la siguiente del 13 de mayo con 325; diez días fueron suficientes para requerir más.
¿No le suena absurdo? Una de dos, o de plano son muy descuidados con eso de perder los suministros o hay servidores públicos que se posiblemente se anden “embolsando” una que otra cosita; tal vez sea prudente que el flamante “Chalán VIP” aplique esa técnica de mamá para que los chamacos no pierdan los útiles escolares, darles su paquetito a inicio de año y marcarle a cada quien el suyo con barniz o con un hilito amarrar las cosas a sus escritorios y un buen sermón de “si los pierdes no te vuelvo a comprar en todo el año” y “cuidadito” con andarse quejando en las oficinas por falta de material.
Dicen las abuelas que “De poquito en poquito, se llena el jarrito” y aunque muchos creen en la teoría de que algunas de las malas prácticas de servidores públicos es inflar presupuestos o facturas de obras grandes como pavimentaciones, muchas veces los gastos “chiquitos” son más discretos y menos ostentosos; pero en este caso, usted tiene la última opinión.
Ariz Vega