A pesar de que el conjunto habitacional Villas del Campo es uno de los más poblados de Calimaya, parece ser que también sus habitantes son de los menos escuchados por el gobierno municipal de Óscar Hernández Meza, pues ya son varias semanas que llevan denunciando la necesidad de terminar el acceso principal a este desarrollo urbano, Paseo de las Yucas, sin que haya respuesta por parte de las autoridades.
Al parecer, al gobierno del alcalde conocido como “Capulina”, se le hizo fácil retirar el encarpetado asfáltico, pero no inició con los trabajos de restitución del mismo, se dice que por falta de recursos, lo que muestra una falta de planeación y de indiferencia por las necesidades de la gente.
Sin embargo, resulta sorprendente que Villas del Campo cuente con 1,872 viviendas hechas por GEO Edificaciones S.A de C.V., y 1,423 viviendas realizadas por Conjunto Parnelli S.A. de C.V., lo que representa más de 3 mil viviendas que pagan impuestos, sin contar con desarrollos menores que han edificado ahí, y aun así se utilice la justificación de la falta de dinero para no terminar la calle de acceso.
Esto cuando el predial no es nada barato, pues se determina por el valor de la vivienda, teniendo en cuenta que las casas son de tipo “residencial” y de tipo “medio”, según la clasificación de los permisos de construcción, pagarían en promedia de mil 500 a 2 mil pesos. Tomando la primera cantidad, mil 500 pesos por casa, se estarían recaudando poco menos de 5 millones de pesos al año por este concepto.
Eso claro, sin tomar en cuenta las denuncias de algunos vecinos que señalan que han les han llegado a cobrar hasta 8 mil pesos de predial, y claro, todavía sin meterse a analizar el cobro de agua que se les hace, lo que sumaría una cantidad más abultada de todo lo que este conjunto aporta al municipio.
Siendo muy mesurados, 5 millones es poco de lo que realmente el gobierno municipio obtendría de los colonos año tras año, aunado a que el municipio no cubre servicios como seguridad pública ni recolección de basura, ya que estos servicios son cubiertos a través de cuotas que los vecinos pagan a la administración particular del conjunto.
¿Y, aun así, con lo que recaudan y con lo que se ahorran, no pueden arreglar una calle? Esta es precisamente la queja de los vecinos hacia el gobierno municipal, quienes expresaron: “si no nos van a ayudar, que no nos perjudiquen”. Ya que, debido al mal estado de la calle, se dificulta el tránsito vehicular, e incluso, la tierra suelta ya ha provocado percances por derrapes.
Lo que sí instaló el gobierno de “Capulina” es un “quiosco” dentro del fraccionamiento, que servirá para que ahí los vecinos acudan a realizar su pago de predial. Juzgue usted, lector, si es cinismo, descaro o simplemente incompetencia.
Osvaldo García