Sería prudente preguntarle a la comunidad de Otzolotepec, ¿Qué servicios se podrían mejorar con medio millón de pesos? Quizá entre las más comunes se encuentren mejor alumbrado público, seguridad o agua potable.
Pero pareciera que a algunos gobiernos les interesa más la trivialidad que el bienestar común y es que, la actual administración de Otzolotepec, encabezada por Erika Sevilla Alvarado, nuevamente es foco de críticas por anteponer la imagen de la entidad a costa de inversiones que para algunos resultan insultantes.
Mire usted que gastarse 429 mil 200 pesos en pintar murales, un trabajo costoso sobre todo tratándose de dinero que bien podría mitigar el rezago de comunidades más alejadas, de esas que solo son recordadas en tiempos electorales y a las que más se les hacen promesas que con el tiempo quedan archivadas hasta que llegue otra temporada de adquisición de compromisos.
No por menospreciar el talento y trabajo del artista; sino porque, para muchos, en Otzolotepec hay prioridades.
El asunto es que, justamente, se haya contratado a un “conocido” cercano de gente allegada a Erika Sevilla, pues resulta que el artista contratado es íntimo amigo de Rodolfo Yeo, pareja sentimental de la alcaldesa; quien dicen, en su momento fungió como personal en el equipo de un reconocido político morenista y hoy se rumora como una de las personas más influyentes en la toma de decisiones dentro de Otzolotepec, no por su incursión en el mundo fitness o por su participación en la política sino por sus lazos sentimentales.
El mensaje de agradecimiento a las facilidades que la administración municipal y la intervención de Rodolfo Yeo en el proyecto están públicos en redes sociales; al igual que el descontento de la ciudadanía no solo por la cuantiosa inversión sino por no utilizar las habilidades del talento local que dicen, no le pide nada a quien realizó los murales, quien aparentemente proviene de otro sitio.
“A Erika le interesa que se vea bonito, que se hable de los eventos, que las calles estén presentables para cuando acuden los políticos de renombre, como cuando vino la maestra Delfina; pero eso sí, pendientes como el centro de salud, no tienen para cuándo”, recalcó un vecino.
Para muchos es un gasto verdaderamente excesivo, para otros es lo justo, pero el hecho de tener como prioridad pintar murales, deja mucho que desear, pues probablemente sean borrados por futuras administraciones y será dinero tirado a la basura; a eso aumentarle que casualmente se contrató a una persona cercana a la edil, para otros tantos es cinismo.
Habrá que corroborar si existió una adjudicación directa o una invitación restringida y si realmente eso es lo que cobra el autor por sus obras.
Ariz Vega