Mucha inversión en alumbrado público fue la que se presumió desde el inicio de la administración de Isaac Reyes Salazar en Atizapán Santa Cruz, lo que incluso lo llevó a ser conocido como “El osito Iluminado”, personaje que hoy en día, se encuentra más oscuro que las calles del municipio.
Y es que, vecinos de la demarcación consideran que el alumbrado público es inadecuado, ya que en algunas calles faltan lámparas como en la Avenida CNC o la calle Alfredo del Mazo, pero al hacerle verbalmente la solicitud de más iluminarias al presidente municipal, su respuesta inmediata fue: “no hay recursos”.
Tal parece que la única respuesta que algunos políticos tienen para la ciudadanía es: no, no hay recursos, no nos corresponde a nosotros, no se puede. Pero que no le digan, que no le cuenten que el presupuesto no alcanza, ya que este año el municipio recibirá varios milloncitos.
Por ejemplo, del Fondo Estatal de Fortalecimiento Municipal (FEFOM) para el ejercicio fiscal 2023, el municipio tendrá un monto asignado de 9 millones 393 mil 252 pesos, los cuales podrán ser destinados para proyectos de inversión, dando atención prioritaria a seguridad pública, iluminación municipal, salud, obra pública, protección civil y bomberos y no podrán ser utilizados para mantenimiento menor y otras acciones.
Mientras que del Fondo para la Infraestructura Social Municipal y de las Demarcaciones Territoriales del Distrito Federal (FISMDF), al municipio se le asignaron 11 millones 477 mil 584 pesos, el objetivo del FISM Es financiar obras y acciones sociales que beneficien directamente a la población en rezago social y pobreza extrema en los rubros programáticos definidos por la Ley de Coordinación Fiscal, que son agua potable, alcantarillado, drenaje, electrificación rural, entre otros.
Como puede darse cuenta, dinero sí hay, pero solamente el gobierno municipal que dirige Isaac Reyes Salazar sabe cómo serán destinados, es decir, en que se van a gastar y como ya se vio, probablemente ese dinero tenga otras finalidades, menos atender las peticiones de la gente que, según las promesas de campaña del “Osito desiluminado”, deberían ser una prioridad.
Lety Serrano