Ejercer el periodismo en México se ha convertido en una profesión de alto riesgo, sin embargo, resulta un insulto que, en muchas ocasiones, las agresiones provengan de quienes se supone, deberían velar por la integridad y protección de la ciudadanía sin distingo alguno.
Es decir, es incongruente que, las personas que ejercen actividades relacionadas a la comunicación deban cuidarse incluso de servidores públicos y trabajadores de instituciones públicas gubernamentales.
Más preocupante aún es la cantidad de presuntos delitos que no se denuncian, ya sea por temor fundado en amenazas recibidas o por el simple hecho de lo tardado y desgastante que puede resultar un proceso de tal índole; no solo en el ámbito periodístico sino ante cualquier acto que vulnere a una persona.
Sin embargo, este medio de comunicación siempre ha apostado por la confianza en las autoridades y sus procesos, por no quedarse callado y sobre todo por poner el ejemplo de que siempre prevalecerá la justicia.
En el mes de mayo de 2022, colaboradores de esta casa editorial se encontraban realizando la labor de distribución de ejemplares en el centro del municipio de Calimaya cuando fueron interceptados por personal del Ayuntamiento a cargo del alcalde Óscar Hernández, impidiendo seguir con la actividad de reparto; situación en la cual se vio involucrado el entonces Director de Gobernación Municipal, Hugo Manuel Tarango Martínez, quien agredió a uno de los colaboradores presentes yéndose encima de este de forma violenta, todo esto se puede observar en el video que ahora se encuentra en las redes sociales de “El Editorialista”.
Después de casi un año en búsqueda de justicia, el pasado 17 de marzo de 2023 se dio sentencia definitiva a la situación jurídica de Tarango Martínez respecto al hecho delictuoso denominado como ABUSO DE AUTORIDAD (hipótesis de quien, en razón de su cargo, violente de obra a una persona sin causa legítima).
Cabe destacar que, en principio de cuentas, este exservidor público, manejó un discurso de “tropiezo”, asegurando que en ningún momento agredió a la persona, el cual cambió después aceptando haber cometido el ilícito.
La sentencia para el exdirector de Gobernación de Calimaya es una pena definitiva de UN AÑO Y SEIS MESES DE PRISIÓN Y MULTA POR $5,003.44 (CINCO MIL TRES PESOS 44/100 M.N.), multa que, en caso de insolvencia debidamente probada, podrá ser sustituida por cincuenta y dos jornadas de trabajo a favor de la comunidad. Es importante recalcar que, al tratarse de una pena menor a los 4 años de prisión, esta sanción se sustituye con el pago de una multa monetaria.
En cuanto a la reparación del daño, cabe destacar que no se solicitó cantidad alguna pero sí se logró la SUSPENCIÓN DE DERECHOS POLÍTICOS Y CIVILES por el mismo plazo de la pena de prisión impuesta.
Así mismo se condenó al sentenciado Hugo Manuel Tarango Martínez a la DESTITUCIÓN como director de gobernación del Municipio de Calimaya así como la INHABILITACIÓN para desempeñar empleo, cargo o comisión públicos de manera temporal por UN AÑO Y SEIS MESES, por lo que Tarango Martínez no podrá continuar como servidor público de Calimaya ni de cualquier otro municipio.
Hasta el momento, no se sabe si Óscar Hernández ya dio aviso tanto a su cabildo como al resto de los servidores públicos a su cargo sobre la situación del involucrado, ya que se especuló que Tarango Martínez se retiraría del puesto por problemas personales y que, aparentemente aún no se tiene un nuevo nombramiento para la Dirección de Gobernación.
No cabe duda de que ocupar un escritorio dentro de cualquier orden de gobierno, no es sinónimo de proteger al ciudadano; ser un servidor público no es sinónimo de conocer las leyes y mucho menos de saber respetarlas.
Hoy más que nunca, “El Editorialista” no solo hace un llamado a la ciudadanía para denunciar cuando sean víctimas de cualquier delito, sino que es un medio fiel creyente de que, si bien no es un proceso rápido, la ley es justa y no se puede pisotear con contactos, sobornos, amenazas e intimidaciones.
Ariz Vega