En más de una ocasión, el presidente municipal de Joquicingo, Rausel Cervantes, ha dejado claras sus intenciones por mejorar las condiciones de su lugar de residencia, San Pedro Techuchulco.
Muy bien por el “mayestro” que por fin está haciendo sus sueños realidad ahora que es alcalde. Nada más que algunos joquicinguenses no están muy de acuerdo en que aparentemente gobierne para él unos cuantos y no para el resto del municipio de manera pareja, pues se dice que, en cuestión de inversión pública, se inclina la balanza únicamente hacia el pueblo del alcalde, incluso le han recordado que no es presidente de Techuchulco, sino de todo Joquicingo.
Esta tendencia se ve muy claramente en todo el dinero que sí ha invertido en Techuchulco, como en su deportiva, mientras que la deportiva de Joquicingo, en la cabecera municipal, no sólo no ha habido remodelación sustantiva u otras inversiones, sino que al parecer ni por error pasa el personal de limpia del municipio, lo que la tiene luciendo más como un tiradero a cielo abierto que como un espacio recreativo, pues algo que como mínimo debería tener, es la limpieza.
Es de suponer que el alcalde tendrá ya preparados varios pretextos para sacar de la manga por qué no hay ni vigilancia, ni limpieza en la deportiva, y seguramente la falta de presupuesto o de personal serían algunos de ellos, porque vaya que le hace una limpiadita a la deportiva de la cabecera, quizá no sean suficientes los casi 3 millones de pesos que Rausel destina a la nómina de 23 empleados como “ayudante de limpieza y recolección de basura”.
Parece gente suficiente como para por lo menos cada semana darle una pasadita con la escoba, eso claro, suponiendo que de verdad se cuente con esa gente y no haya uno que otro aviador que nomás esté en la nómina pero que no labore.
Y hablando de barrer, dice el presidente de la República que la corrupción es como las escaleras, se barren de arriba para abajo. Así parece aplicar para Rausel, pues no es de echarle la culpa a los empleados de limpia, sino a los que los dirigen, empezando con el “mayestro”, quien debe recordar que Techuchulco no es el municipio entero.
Osvaldo García