En la edición pasada de este Semanario expusimos al tesorero municipal Alexis Garay, quien, sin importarle la veda electoral, anda entregando “regalos”, con una clara intención de darse a notar, así como aparentemente posicionarse como el sucesor del que la gente conoce como “el cacique mayor” Óscar Hernández, quien por cuarta vez ocupa la silla grande del municipio.
Sin embargo, pareciera que el tesorero no es el único que quiere ganarse la simpatía popular para las elecciones de 2024, pues ya salió otro personaje al quite con eso de la promoción personal; se trata del primer regidor Erick Hernández Munguía, así como lo demostró el pasado 13 de abril, cuando pidió en un video de su cuenta de Facebook que compartieran y ayudaran a que su página creciera, “llevamos como 850 seguidores, pero queremos hacerla crecer, más o menos quiero llegar como a 1000 seguidores de aquí al 30 de abril. Sé que lo vamos a lograr”, dijo el regidor.
Quizá por su falta de simpatía, por sus participaciones soporíferas en cabildo, o por su incondicional servilismo hacia el alcalde, el regidor no ha logrado alcanzar esos 1000 seguidores que con tanto ahínco suplicaba para el 30 de abril. A la fecha, más de un mes después de su petición, el regidor alcanzó los 914. Le fallaron los cálculos a Erick Hernández, quien gusta de suprimir su primer apellido y sólo quedarse con Munguía.
Imagínese usted que después de una vida ocupando cargos públicos municipales, ya sea como secretario particular, secretario del Ayuntamiento, etc., no ha logrado tener la simpatía de la ciudadanía, mucho menos después de ver las múltiples “metidas de pata” en las que se ha visto envuelto, como en las sesiones de cabildo, donde se comporta de una forma cuestionable y aparentemente hostil con las regidoras. Probablemente con una imagen tan dañada, los suspiros presidenciales tengan que esperar para este funcionario.
Visto este fracaso por el apoyo popular, la única manera en que podrán cumplir sus ambiciones de escalar en su carrera política es teniendo el “like” mayor, el que a la manera de los políticos de antes, se dictaba por el famoso “dedazo” del presidente en turno, pues de otra manera no podrían posicionarse en sus aspiraciones, ya que si se basan en resultados, ¿de verdad creen pueden convencer a los calimayenses de que su proyecto político es el adecuado para Caliamya, cuando los resultados han dejado mucho qué desear en seguridad, obra y servicios públicos?
Aunque todavía es pronto para que estos funcionarios se estén peleando por la silla grande del municipio, queriéndose ganar la simpatía y preferencia del alcalde, parece que andan más ocupados en ver quién va a suplir a su jefe que en realizar su trabajo en favor de los calimayenses, Alexis repartiendo regalos, y Erick suplicando por un “like”; ahora ya sabe usted porqué en las sesiones de cabildo se la pasa en el celular; de esa clase son los “gobernantes” en Calimaya.
Osvaldo García
