Recordará usted lo criticable que resultó para la ciudadanía el hecho de que, a pesar de llevar medio año en el poder, el gobierno de Juan Leonardez y Yasmín Juárez no había programado obra alguna en beneficio de la comunidad, es más, por ahí de mayo apenas estaban viendo qué se iba a hacer.
Resultó pura “llamarada de petate”, amigo lector; pues al parecer, estas maravillosas obras se quedaron solo en el dicho y los malinalquenses “Chiflando en la Loma”.
Pues en días pasados el gobierno municipal publicó en su página web oficial el acta de Cabildo Ordinaria Número 08 en la que se da a conocer el presupuesto municipal 2023, el cual también contiene lo que se autorizó y se ejerció en 2022, es decir, el dinero que había y lo que se gastó.
Y ¡oh, sorpresa que nos llevamos!, pues en 2022 se autorizaron más de 45 millones para inversión pública es decir para obra pública, pero en el apartado de lo ejercido en 2022 este rubro aparece en ceros, lo que quiere decir que no se ejerció ningún dinero y por ende ¿no se ejecutó ninguna obra?
Cabe destacar que entre lo que se autoriza y lo que se gasta puede haber variaciones, pero ¿de eso a estar en ceros?, es algo incomprensible.
Ahora sí convendría preguntar ¿dónde está o en manos de quién están esos millones?, porque poquitos no son y a decir de la gente, ahora se entiende el hecho de que no se vea progreso en la infraestructura de Malinalco.
También habría que preguntarle a la síndico municipal ¿dónde quedó su discurso trillado de las Sesiones de Cabildo? de que ella aprobaba diversas acciones o situaciones por el bien de Malinalco, o sea que también aprobó que no se ejerciera ningún dinero para obras, por el bien de Malinalco.
Peor aún, el gobierno de Catalina Yasmín Juárez, es decir de Juan Leonardez en su momento se atrevió a destituir a la directora y a la presidenta del DIF municipal justificando que no era por no comulgar con sus formas de gobernar y defender a su gente, sino por presuntos malos manejos de los recursos destinados a este organismo descentralizado y ahora aparentemente podría estar sucediendo lo mismo en el Ayuntamiento.
¿Qué procede, la destitución de su tesorero? ¿De Catalina Yasmín? ¿Del secretario del Ayuntamiento? ¿Del mismísimo presidente municipal? Porque son justamente ellos quienes firmaron dicho presupuesto de egresos, que, dicho sea de paso, tampoco fue autorizada la distribución del recurso para el 2023 por unanimidad, pero eso se lo platicamos en una siguiente entrega.
Lety Serrano