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Ni el DIF se salva

¿Dinero de Texcalyacac en manos hechizas?

 

 

En ediciones anteriores se había evidenciado la falta de apego a la Ley que comete el Gobierno que encabeza Xóchitl Maribel Ramírez Bermejo en cuanto a las personas que se encuentran ocupando cargos clave en la administración pública municipal.

Al parecer, esta falta de oficio político no solo existe dentro del Ayuntamiento, sino que es el Organismo Descentralizado denominado Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) el que hoy en día es víctima de un aparente delito.

Y es que, por si no fuera poco que el tesorero en turno del Ayuntamiento no aparece en el padrón del Registro Nacional de Profesiones, resulta que la que se ostenta como tesorera del Sistema DIF municipal de Texcalyacac, al parecer tampoco cuenta con la cédula profesional que la avale como tal.

Es importante recordar que, conforme a lo publicado en el Código Penal Federal; “Se sancionará con prisión de uno a seis años y multa de cien a trescientos días a quien, sin tener título profesional: se atribuya el carácter de profesionista, ofrezca públicamente sus servicios como profesionista o a quien use un título o autorización para ejercer alguna actividad profesional sin tener derecho a ello”.

Pues bien, la tesorera del DIF Brenda Camacho Tornero, no aparece en el registro antes mencionado, sin embargo, firma los documentos como L.A.E. lo que se podría presumir que es una Licenciada en Administración de Empresas sin cédula, ofreciendo servicios contables al DIF del municipio, tal y como lo demuestra el documento Prpgrama Anual de Evaluación (PAE 2023) publicado el pasado 28 de abril de 2023.

Sería bueno saber si todos los documentos que ha firmado esta funcionaria tienen validez ante las autoridades por la presunta utilización de un título que no cuenta con una cédula profesional para ejercer.

Lo grave en este asunto es que, a pesar de que Ramírez Bermejo lleva varios años en la política pública municipal, haya pasado por alto tales faltas; probablemente creyendo que a la ciudadanía la puede marear a su antojo y que nadie le dirá nada; peor aún es que, con su presumible experiencia, no solo sean cuestionables los fines para los que utiliza el recurso que llega a la entidad sino que, presuntamente, está dejando el futuro del municipio y su dinero en manos hechizas.

Ariz Vega

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