Mucho dio de qué hablar la pasada pelea de Saúl “Canelo” Álvarez contra John Ryder, la cual se llevó a cabo en el Estadio Akron de Guadalajara el pasado 6 de mayo. En Otzolotepec, no fue la excepción, pues no sólo se habló de la pelea, sino de los “banners” publicitarios que en plena transmisión aparecieron en la pantalla, si es que la siguieron por la televisora Azteca 7, pues en ellos se publicitaba el mismísimo Ayuntamiento de Otzolotepec, surgiendo con ello la sorpresa de que aparentemente no hay para arreglar el alumbrado público, pero sí para salir en la tele, y luego surgió la duda de cuánto habría costado esa inserción en pleno horario estelar.
Ante la duda popular, se realizó una solicitud de información a través de la plataforma Saimex (Sistema de Acceso a la Información Mexiquense) preguntando sobre el contrato de la publicidad institucional en cuestión, y como al parecer ya es costumbre en el Ayuntamiento de Otzolotepec, esta información fue clasificada como confidencial, según explica el oficio que entregaron, argumentando que es para proteger “datos personales” en dicho contrato, aun cuando se solicitó una versión pública, la cual implica que se protejan los datos personales de los proveedores de dicho servicio.
En cambio, se entregó un contrato de publicidad en el que aparece que el Ayuntamiento paga 19 mil 140 pesos mensuales por concepto de “inserciones en los espacios Hechos Meridiano, Estado de México, por Azteca Uno, 05 posteos (publicaciones) en redes sociales Facebook TV Azteca Estado de México mensuales”(sic).
Lo cual, da a entender que lo que se está clasificando como confidencial es otro contrato, que al parecer no tiene que ver con los conceptos antes mencionados, pues la pelea no fue ni en Azteca Uno, ni en redes sociales, si no que fue en Azteca 7, en el espacio conocido como “La casa del Boxeo”, en un evento de grandes magnitudes y no en ningún noticiero.
Al parecer, “tiro por viaje”, cada que una solicitud de información le incomoda a la actual administración, se convoca a sesión extraordinaria del consejo de transparencia y se clasifica la información “delicada” como confidencial, por un periodo de tiempo mayor a lo que le queda a Erika Sevilla por gobernar, pues claramente ponen plazos para poder dar a conocer estos documentos, en años posteriores al mandato de la alcaldesa.
Además ¿Cuál fue la finalidad de publicitar el gobierno de Erika Sevilla? Probablemente el aparente ego desmedido de la alcaldesa la ha llevado a pensar que las deficiencias deben presumirse, porque, a decir de la ciudadanía, primero debería mantener al municipio limpio, son problemas de seguridad, sin problemas de agua potable, entre muchos otros. Quizá tenga mal catalogadas sus prioridades, porque primero debería existir orden en Otzolotepec y después gastar presupuesto en publicitar sus presuntas acciones gubernamentales en tremendo espectáculo deportivo.
Osvaldo García
