Parecen no tener fin los problemas de agua en Joquicingo, que como se ha documentado anteriormente en este Semanario, afectan a varios barrios y comunidades principalmente en el abastecimiento, pues a decir de los afectados, les llega una o dos veces por semana, cuando les va bien. Sin embargo, las irregularidades en este servicio van más allá de esto, pues hasta donde sí tienen agua, no les llega como debería.
Resulta que el 8 de junio se llevó a cabo la sesión ordinaria de cabildo número 53, el tercer regidor, Lázaro Torres Michua, expuso una grave situación ante los asistentes, que fue la falta de cloración durante un mes del agua proporcionada a la comunidad de El Guarda de Guerrero. Asunto al que el alcalde Rausel Cervantes no dio mayor importancia, aun cuando es obligación del gobierno municipal a través de su organismo de agua, proporcionar el cloro necesario para hacer potable el agua.
La Comisión Nacional del Agua, (Conagua), señala en su manual de operación, que es necesaria la cloración del agua para uso humano, ya que el agua en estado natural es el hábitat de microorganismos y sustancias que pueden provocar enfermedades. La mayoría de las enfermedades que atacan al sistema digestivo, están relacionadas con estos microorganismos. Por ello, clorar el agua reduce la amenaza de estos parásitos.
Por su parte, la Comisión del Agua del Estado de México (CAEM), tiene un programa permanente de suministro de gas cloro e hipoclorito de sodio a municipios, además del programa permanente de mantenimiento de sistemas de desinfección y la reposición de sistemas de cloración.
Con todo ello, no se explica por qué se dejó de clorar el agua en la comunidad, como es obligación del municipio, pues se debe proporcionar este servicio o gestionar el apoyo necesario para que llegue el agua a la gente.
Pareciera que al único que le importó la salud de los más de 1 mil 700 habitantes de “El Guarda” fue al tercer regidor, Lázaro Torres, quien, además, no es la primera vez que expone irregularidades dentro de los manejos de la administración municipal, pues con anterioridad (13 de abril), el mismo regidor había expuesto ante el cabildo la necesidad de reparar una fuga de agua, como textualmente dice el acta de cabildo de la 47a. Sesión de cabildo. “se necesita una válvula en la calle Vicente Villada y Vía Alfredo del Mazo para el paso del agua en el callejón Bocanegra de esta cabecera municipal que tiene una fuga que requiere reparación”. La fuga en cuestión no se ha reparado en su totalidad, pues presuntamente el alcalde sólo lleva “agua a su molino” y las necesidades de colonias, barrios y comunidades que no son donde está su domicilio no las atiende con las ganas que le pone cuando se trata de sacarse fotos para las redes sociales o de algo que le pudiera afectar directamente.
Osvaldo García