Como todo ciudadano en pleno uso de sus derechos político-electorales, los funcionarios públicos, ejerciendo su cargo, pueden seguir siendo militantes partidistas y ejercer también su simpatía por actores políticos, todo ello claro, mientras sea en días inhábiles y que no utilicen ni medios ni recursos públicos.
Así lo establece la “Jurisprudencia 14/2012” del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) que dice que: “Los servidores públicos de los tres niveles de gobierno no tienen impedimento legal alguno para asistir en días inhábiles a actos de proselitismo y brindar su apoyo político para apoyar a determinado partido, precandidato o candidato a cargos de elección popular, ya que su sola presencia en esos eventos no implica, por sí misma, el uso de recursos públicos”.
Hasta ahí todo muy bien, sin embargo, en pleno martes al mediodía, en la alameda de Toluca, se pudo encontrar ni más ni menos que a Óscar Hernández Meza y a bastante personal tanto del ayuntamiento como del DIF municipal de Calimaya, todos apoyando a la aspirante a candidata por lo que han denominado el Frente Amplio por México, Xóchitl Gálvez Ruíz.
Al parecer estos personajes calimayenses se rigen por sus propios términos, con eso de que da la impresión de que más que gobernante, “Capulina” es una especie de cacique y se hace lo que él diga, y que para ellos no aplican los días laborales, o hábiles, como al resto de funcionarios y trabajadores, por ello pueden faltar a sus obligaciones con su municipio, para asistir a actos proselitistas.
Del tesorero Alexis Garay ya se podía esperar cualquier cosa, pues en plena veda electoral por las elecciones a gobernador, se le vio dando “regalos” y también asistiendo a eventos de la candidata de Va por el Estado de México. Pero su patrón, aparentemente no había tenido el descaro, al menos no públicamente, de faltar a la chamba con tal de codearse con la plana mayor del PAN estatal y de dicha supuesta aspirante presidencial.
Al fin que en Calimaya no hay necesidades, casi no se inunda y no hacen falta obras ni mantenimiento, no hay tampoco problemas de inseguridad y todos los servicios públicos funcionan de maravilla, tal vez por eso el alcalde y compañía pueden dejar el changarro encargado y salir a eventos políticos en martes como si nada más gobernara para los de su partido y no para todos los calimayenses.
Hay que recordar que precisamente el TEPJF señala que deben ser en días inhábiles las actividades proselitistas porque los funcionarios están recibiendo un sueldo que viene del erario público y que como representantes de una institución, como lo es Ayuntamiento de Calimaya, no pueden, con esa desfachatez, mostrar su apoyo a un precandidato, ya que como señala la Ley Orgánica Municipal, los presidentes municipales asumen “la representación jurídica del Municipio y del ayuntamiento”, así que el apoyo que hacen hacia una figura política debe estar completamente separado de sus obligaciones con el municipio.
Ya resulta evidente que a ciertos servidores públicos les importan más sus aspiraciones, sus compromisos políticos y su afiliación partidista, que su compromiso con Calimaya, y que finalmente, es el trabajo por el que están siendo remunerados.
Osvaldo García