Una vez más, el gobierno de Xóchitl Ramírez da de qué hablar en cuanto a las obras que se realizan en el municipio, no solo porque la ciudadanía las considera poco prioritarias sino porque ha salido a relucir, la forma en la que fueron dadas a las constructoras para llevarse a cabo.
Si bien, la Secretaría de la Función Pública del gobierno federal señala que la licitación pública es un procedimiento de contratación donde se plantean los requisitos que debe cumplir una empresa para proveer un bien o servicio a una entidad gubernamental, recalca que su esencia se encuentra en la competencia entre empresas. Este procedimiento está señalado en el artículo 134 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que establece que a fin de asegurar al estado las mejores condiciones disponibles en cuanto a precio, calidad, financiamiento, oportunidad y demás circunstancias pertinentes, obras y servicios se adjudicarán o llevarán a cabo a través de licitaciones públicas mediante convocatoria pública para que libremente se presenten proposiciones solventes.
Resulta que en Texcalyacac ni una sola de las obras se adjudicó a través de la licitación pública, a pesar de lo que señala la Constitución, dejando claro que la competencia es un medio para optimizar recursos por lo que pareciera que al gobierno de Ramírez Bermejo no les gusta eso de la competencia y dio las obras a realizarse a través de invitaciones restringidas, únicamente.
Los rumores apuntan a que, con la experiencia de la alcaldesa por ser este su segundo trienio, posiblemente ella ya tenga a sus consentidos y las 23 obras contempladas en este año, hayan sido adjudicadas a través de un procedimiento donde se hace la invitación a empresas previamente identificadas por el gobierno para que entre ellas “compitan” por la obra, dejando de lado otras empresas fuera de la preferencia de los funcionarios en turno, Y es por esto que se puede llegar a pensar que los tratos presuntamente ya pudieran estar “amarrados”.
A esto hay que sumarle el hecho de que de enero a mayo no hubo ninguna obra, ya que fue hasta el mes de junio que se empezó a trabajar, además de que este tipo de prácticas deja a la ciudadanía con una gran desconfianza no solo por la falta de transparencia sino porque, trabajar como proveedor de la actual administración de Texcalyacac, no está al alcance de la participación de todo aquel que quiera competir por obtener el trabajo.
Ariz Vega