Con burlas y sin educación

El Grito de Independencia es uno de los eventos históricos más importantes del país, pues marca el inicio de la lucha por la independencia de México.

Para conmemorar este acontecimiento, considerado pilar en la identidad de los mexicanos, se lleva a cabo una ceremonia en donde se tocan las campanas, haciendo alusión al llamado de Hidalgo, al mismo tiempo que se ondea la bandera de México y se brindan respetos a los héroes de la patria.

Respeto que parece haberse quedado a un lado durante el tradicional Grito de Independencia, exclamado por el presidente municipal de Malinalco Juan Leonardez Flores desde el balcón del Ayuntamiento, donde se realizó un acto incorrecto e irrespetuoso por parte de un servidor público del gobierno municipal.

Vera usted, el edil Juan Leonardez Flores aún tenía en sus manos la bandera nacional, la cual había sido ondeada minutos antes, cuando el séptimo regidor, Eloy González Sánchez, quien también se encontraba en dicho lugar, realizó una seña obscena hacia el público sin mostrar respeto alguno al lábaro patrio y mucho menos a la ciudadanía que asistió a este evento.

Se mostraba muy contento, eufórico y algunos dicen que hasta burlón mientras que, aparentemente le “pintaba el dedo” a la audiencia.

¿Será ese el ejemplo que las autoridades municipales deben dar a sus gobernados? Es una lástima que Malinalco, siendo un municipio tan emblemático del Estado de México, tenga entre sus filas a esta calidad de servidores públicos.

Habrá que recordarle a este regidor, la importancia que tiene la bandera mexicana y lo que representa, la cual debe respetarse porque además de ser un símbolo patrio y ser encarnar el espíritu de unidad, valor y patriotismo, es un elemento unificador; es una expresión autentica de los orígenes, así como del deseo de fortalecer el sentido de identidad nacional, como país independiente y soberano.

Además de que la insolencia y la falta de respeto hacía la ciudadanía deja mucho que desear, sabiendo que gracias a los malinalquenses, este funcionario ocupa el puesto que hoy ostenta.

Cabe destacar que el Código de Ética de los Servidores Públicos señala que todo servidor público debe anteponer en el desempeño de su empleo, cargo o comisión diversos valores entre ellos el respeto, cosa que, al parecer, el séptimo regidor Eloy González Sánchez no conoce y ni hablar de la educación que aparentemente tampoco posee.

Lety Serrano