No cabe duda de que fomentar el deporte es una de las tareas indispensables en los municipios, por lo que la inversión pública en este rubro debe estar bien planeada para sacarle provecho lo mejor posible. Sin embargo, hay gobiernos que al parecer no cuentan con la gente indicada para lograr mejorar el deporte en sus municipios y se realizan gastos elevados sin que haya una mejora sustancial en la calidad de la infraestructura.
Por ejemplo, muchos municipios, como Xalatlaco o San Mateo Atenco, ya cuentan con su alberca semiolímpica, mientras que otros no atinan a hacer buenas inversiones. Parece que ese es el caso de Calimaya, donde no sólo no hay nuevos espacios deportivos, también se da el caso de que la poca inversión, se destina a casi un solo rubro.
Esto viene a cuento porque en la pasada sesión de cabildo ordinaria no. 69, se aprobó la distribución de recursos “de las obras o acciones con recursos del programa para acciones para el desarrollo PAD 2023”, como lo dijo el secretario del Ayuntamiento, exponiendo que se dispusieron 2 millones 86 mil 506.88 pesos para “suministro y colocación de pasto natural en el campo de la deportiva en la cabecera municipal” y otros 2 millones 321 624.36 pesos para la deportiva de San Diego la Huerta. Sumando un gasto de 4 millones 408 mil 131.24 pesos, tan solo en el pasto.
En contraste, de acuerdo con las obras en el programa anual 2023, la rehabilitación de las deportivas de San Lorenzo, San Marcos de la Cruz y de Calimaya centro, suman en total 2 millones 548 mil 576 pesos, poco más de la mitad de lo que se va a gastar en el pasto.
Imagine, estimado lector, todo el dinero que se ahorraría el gobierno, si tan solo de vez en cuando se regaran los campos de futbol de Calimaya, pero al parecer, ni en el Instituto municipal del deporte, ni en servicios públicos se les ha ocurrido que podrían aprender a cuidar el pasto de las canchas, porque al parecer se les hace más fácil comprarlo, al fin que el pueblo paga.
Para dimensionar, en el programa anual citado, para alumbrado público se destinaron 591 mil 503 pesos, suministro e instalación de cámaras de vigilancia: 577 mil 229 pesos, o techos firmes: 1 millón 424 mil 410 pesos. Estos aspectos de la inversión, juntos, no suman los casi 4 millones y medio que se gastarán en pasto.
En fin, sin demeritar la importancia de tener buenas canchas de futbol, ojalá que ahora sí se cuide este costoso pasto natural y que dure tanto como una calle, un aula o demás infraestructura que se está dejando de hacer por darle prioridad al pasto.
Osvaldo García