OPDAPAS Calimaya, el presunto elefante blanco

Sin inversiones u obras, organismo del agua gasta más de lo que recauda

El diccionario Oxford define el término “elefante blanco” como “cosa que cuesta mucho mantener y cuya utilidad es escasa o nula”. Más coloquialmente, se dice que “sale más caro el caldo que las albóndigas”, cuando algo secundario sale costando más que lo que debe ser su función principal.

Algo así pasa con el Organismo Público Descentralizado para la Prestación de los Servicios de Agua Potable, Alcantarillado y Saneamiento de Calimaya (OPDAPAS), el cual, a pesar de tener ingresos millonarios gracias a los calimayenses que pagan su consumo de agua, termina gastando más en su propio funcionamiento, o sea, en pagar la burocracia que hay detrás de esas siglas.

Con la información disponible, correspondiente a los seis primeros meses de este año, el OPDAPAS Calimaya ha tenido ingresos por 14 millones 920 mil 100 pesos, sin embrago, los gastos hechos superan esta cantidad, pues los egresos suman 15 millones 283 mil 35 pesos.

Lo lógico sería pensar que la mayor parte de lo que se recauda se reintegra a la ciudadanía en forma de obras de inversión, ampliación de la red de agua y drenaje o el tratamiento de aguas residuales. Pero la triste realidad es que no es así, ya que la mayoría de los recursos se van en nómina, o sea, pagarles a los que laboran en OPDAPAS, para ello, según el presupuesto de egresos, se tienen para este año 11 millones 686 mil 699 pesos, más del 50 por ciento del presupuesto total, que es de 21 millones 891 mil 369 pesos.

El documento “Notas de Gestión Administrativa”, firmado por el contador Armando Ríos Macedo, director de Administración y Finanzas del OPDAPAS, señala que: “La administración actual trabaja con una planeación sobre los ingresos para una oportuna atención de obligaciones como el pago de nóminas, gastos de operación que son necesarios para las operaciones que realiza el organismo de agua, no obstante, la falta de mayores recursos no han permitido llevar a cabo una mejor administración de los recursos”.

En otras palabras, da a entender que a pesar de que la mayoría de los recursos se van en los gastos para mantener a este “elefante blanco”, dice el contador que lo que falta son más recursos, para que, con más dinero, se puedan manejar mejor esos mismos recursos. De ese tamaño es la incongruencia de estos funcionarios.

Parece que no es casualidad que Oscar Hernández Meza impulsara en 2019 la descentralización del organismo y que desde entonces haya manejos cuestionables, además de una opacidad casi total con respecto a la cantidad de gente que labora ahí, su salario, especialmente de los dirigentes, de lo cual no hay información pública. Por lo que este “elefante blanco”, más que encargarse de las fugas de agua, presuntamente propicia las fugas… pero de capital.

Osvaldo García

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