Tenancingo refrenda su vocación turístico y comercial

Con la realización del Festival “Cempoalxóchitl Flor que nunca muere” y la gran actividad comercial del Mercado de la Flor del municipio de Tenancingo, este municipio se consagra como un destino importante para que en estas fechas sea visitado, ya sea por su riqueza cultural, gastronómica y artesanal, así como el epicentro del comercio en todo el sur del Estado de México.

Además de lo mencionado, se destaca la labor de los artesanos del pan de San Miguel Tecomatlán, que es una comunidad del municipio de Tenancingo, donde el 80 por ciento de las familias se dedica al oficio de la panadería artesanal. A partir de la segunda quincena de octubre inician con la elaboración del pan de muerto.

Aquí conservan la tradición otomí para elaborar este alimento y utilizan como ingredientes harina, levadura, azúcar y agua.

Además, el trabajo conjunto de las familias mexiquenses queda plasmado en cada pieza: mientras las mujeres amasan y dan forma a mariposas, muñecas o el tradicional conejo, los hombres colocan la leña y meten el pan en los hornos de piedra.

Los precios varían y van desde seis pesos la pieza, hasta costos especiales para panes que llegan a pesar hasta un kilo.

La comunidad de San Miguel Tecomatlán se conoce como la tierra del cocol, principal pan que elaboran durante todo el año. En el mes de septiembre realizan la tradicional Feria del Pan que coincide con su fiesta patronal en honor de San Miguel Arcángel, para luego iniciar la elaboración del Pan de Muerto.

San Miguel Tecomatlán, ubicado a 60 kilómetros de Toluca y 110 kilómetros de la Ciudad de México, es la opción para probar, aportar a la economía de las familias mexiquenses y llevar a la ofrenda una pieza artesanal con corazón mexiquense.

Osvaldo García

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