Después de los días dedicados a recordar a los difuntos y de las celebraciones que conllevan, el Ayuntamiento de Calimaya no se quedó atrás y realizó su festival llamado “Cuaxicalli”, donde, según lo dicho en la 76ª sesión ordinaria de Cabildo, se aprobaron 550 mil pesos bajo el concepto de “gasto suficiente”.
Como es costumbre del alcalde Oscar Hernández Meza y su séquito, en el que destaca el regidor Erick Hernández Munguía, -quien al parecer también es el organizador de todo evento de gran inversión-, no expusieron ante el cabildo su presupuesto detallado del uso de esos recursos, simplemente proponen, aprueban y gastan presumiblemente a placer.
Esta observación la hizo la cuarta regidora, Hitzel Bernal, quien al parecer es la única que toma con seriedad su papel como representante popular y, a diferencia del resto del cabildo, no sólo se limita a levantar el dedo para aprobar todo lo que digan los llamados por el pueblo “caciques de Calimaya”.
La regidora argumentó que, según la Ley de disciplina presupuestal y contable, que “se deben presentar los programas, conceptos, acciones con costos individuales” para este tipo de eventos. Pero como la transparencia no es algo que distinga a las administraciones del famoso “Capulina”, pues simplemente aprueban el presupuesto y luego no se sabe bien a bien qué se hace con el dinero.
Pero, esta forma tan opaca de manejar los recursos se vio expuesta con lo aprobado en un evento pasado, que fue el de los festejos de las fiestas patrias, donde se había destinado la cantidad de 130 mil pesos, pero luego, el mismo alcalde aumentó la cantidad a 150 mil pesos, argumentando que era para darles una “compensación” o “apoyo económico” a varios empleados del Ayuntamiento que habían “trabajado a marchas forzadas” para sacer adelante el evento.
A más de un mes de realizados esos trabajos de los eventos del 15 y 16 se septiembre, todavía no les llegaba nada de esa supuesto “apoyo”, y hasta donde se pudo rastrear la información, presuntamente aún no les llega la lanita extra que les prometió “Capulina”.
Al parecer, Hernández Meza sigue aplicando la de prometer y no cumplir, ahora a costa de las horas extras que se tuvieron que aventar los trabajadores del Ayuntamiento para que el alcalde diera el grito de ¡Viva México!
Por supuesto, los calimayenses se merecen eventos de calidad, festejos dignos de su tradición y cultura, lo que no se merecen es tener políticos que como quiera tienen que, presuntamente, sacar provecho personal, ya sea inflando su imagen o sus bolsillos a costa del trabajo de sus subordinados y del erario público.