Pasaditas

Como es bien sabido, el título de presidenta del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia es un puesto honorífico, o sea que no debería recibir remuneración, por eso lo ocupa casi siempre la esposa u otro miembro de la familia del alcalde en turno sin que esta persona haya ganado una elección popular o que compruebe su capacidad para llevar a cabo las funciones de este órgano de gobierno.

Pese a ello, las personas que llegan a ocupar la presidencia del DIF sí manejan recursos públicos y toman decisiones respecto a qué hacer con el dinero que reciben como dependencia de gobierno, así como las recaudaciones y donaciones que hacen para reunir fondos, como festivales, quermeses y demás actividades.

En Joquicingo, la esposa del alcalde Rausel Cervantes, Josefina González es quien ostenta el cargo de presidenta, sin que el año pasado rindiera un informe por separado ante la ciudadanía, y se espera que este año sea similar, dada la opacidad que hay en torno a los manejos del DIF municipal.

Para empezar, en la plataforma del Sistema de Información Pública de Oficio (IPOMEX) no se hayan dados de alta ninguna información sobre los funcionarios que ahí laboran en este año, y mucho menos su salario.

Por otra parte, el Estado Analítico del Ejercicio del Presupuesto de Egresos clasificación administrativa del DIF Joquicingo indica que el área de presidencia recibió para este 2023 la cantidad 187 mil 124.73 pesos, sin que se incluyan los programas o el destino de este presupuesto, del que se han gastado, hasta septiembre, la cantidad de 115 mil 582.27 pesos.

Asimismo, en el área de la dirección del DIF Joquicingo, han excedido lo que se les tenía presupuestado para todo el año, que es de 509 mil 748.70 pesos, y ya los tres trimestres pasados, o sea, hasta septiembre, se han gastado la cantidad de 1 millón 782 mil 587.29 pesos, dejando un subejercicio, o sea, con lo que se pasaron en sus gastos, de 1 millón 272 mil 818.59 pesos.

Lo que quiere decir que la dirección del DIF Joquicingo superó lo que se le había asignado más de 2 veces el presupuesto inicial. La cuestión es: ¿a dónde se fue tanto dinero? Pregunta que deberían los propios joquicinguenses hacerla a la directora, que al parecer sigue siendo Selene Jaime Alzate, quien era en 2022, pero como no hay información actualizada en el Ayuntamiento, sólo se queda en una suposición, en espera de que éste y otros temas oscuros y sospechosos sean explicados por el “mayestro” Rausel y su señora esposa en sus respectivos informes a la ciudadanía.

Osvaldo García