“Tengan por seguro que, si estos dos años han sido grandes, lo que está por venir es todavía mejor…” esas fueron las palabras de Roberto Bautista durante su segundo informe de actividades, para muchos, llenos de paupérrimos resultados, los cuales, el alcalde se encargó de ensalzar lo mejor que pudo pues la Gobernadora del Estado de México se encontraba presente.
Sin embargo, para la ciudadanía, lo que más ha destacado dentro de la actual administración es la opacidad con la que se gobierna en el municipio, no solo en el manejo de las finanzas, que dicho sea de paso, le ha costado a Bautista Arellano que en más de una ocasión, el resto del cabildo le haya votado en contra; sino que, hoy en día, vuelve a poner en entredicho, las capacidades del famosísimo “padrino mágico” como se le conoce al edil, para elegir a los servidores de los que se rodea dentro de su mandato.
En este sentido, se encuentra lo sucedido en la última sesión de cabildo celebrada este miércoles 13 de diciembre, cuando la síndico municipal, agregó a los asuntos generales la petición tanto de ella como de los regidores, de la separación del cargo del Director de Seguridad Pública Municipal, Rodolfo Yakamin Hernández Macías.
Cabe destacar que, en múltiples ocasiones, este personaje ha sido señalado por aparentes actos de presunto abuso de autoridad hacia la población; sin embargo, la petición antes mencionada, gira en torno a la presunta falta de legalidad en la contratación de este director de área.
De acuerdo a lo dicho por la síndico, al momento que el presidente municipal lo puso en el puesto, a ellos no se les presentó la documentación pertinente de manera física que acreditara a la persona propuesta con sus respectivas evaluaciones de certificación y exámenes de control de confianza y recalcó que, en términos del artículo 39, inciso B fracción octava de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública, “Queda prohibida la contratación de personas que no cuenten con el registro y certificado de evaluación y control de confianza”.
Así mismo, aseveró que incumplir con estos requisitos se contrapone con los principios constitucionales de legalidad, objetividad, eficiencia, profesionalismo, honradez y respeto a los derechos humanos.
De igual manera, externó que realiza un ejercicio indebido de la función pública quien ejerza las funciones sin haber rendido protesta constitucional, o sin satisfacer los requisitos legales y aseguró que Hernández Macías, aun cuando todavía no había sido aprobado su nombramiento por cabildo, firmaba documentos con dicho carácter y tomaba las decisiones en la dirección como titular, presuntamente infringiendo dichas disposiciones de carácter legal.
Es importante recalcar que, dentro de las atribuciones del cabildo, está la de vigilar periódicamente el desarrollo del servicio de seguridad pública y tomando en cuenta que ningún funcionario podrá permanecer en su cargo si no cumple con ciertos requisitos como las evaluaciones periódicas de las que, justamente Yakamin aparentemente carece y si ellos como cabildo lo pasan por alto, estarían infringiendo la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de México.
Es por esto por lo que se suscitó la petición de la separación del cargo de Yakamin, sin embargo, lo que resalta es la contestación del “Padrino Mágico” de Tenango del Valle, Roberto Bautista Arellano, a quien, al parecer, ya se le hizo costumbre eso de contestar evasivamente y con tibieza ante diversos señalamientos de opacidad dentro de su gestión, pues se limitó a decir que “tomará en consideración los comentarios”.
Ojalá este tipo de situaciones que se han hecho cada vez más notorias en la actual administración que encabeza Roberto Bautista, se hubieran presumido en el segundo informe de actividades, donde son los tenanguenses los que viven una opaca, tibia y gris nueva realidad.
Ariz Vega