Tianguistenco

Cruda Navidad pasó Tianguistenco

Un Informe opaco y denuncias ciudadanas que son la constante

Así se vivió el fin del ejercicio fiscal 2023 en Tianguistenco, donde no solo se quedaron a la sombra del escándalo de un alcalde acusado de delitos sexuales, aparentemente fugitivo; con un cabildo que podría ser señalado de estar en contubernio y hasta ser cómplices del ausente Diego “N”; sino que, además con un informe plagado de quejas por parte de la ciudadanía.

Y es que el mando que tomó el ex primer regidor y ahora alcalde con ministerio de Ley, Marco Antonio Abasolo Pérez, empezó con el pie izquierdo, no solo por las acusaciones de presunto acoso que se le atribuyen, sino porque el 2do Informe de Actividades se vio gris y opaco.

No se cansaron de repetir en innumerables veces el lema de “Más resultados que dan confianza” ¿Cuál confianza? Si justamente después de todo lo que ha sucedido en la actual administración lo que menos existe es confianza, ni de los mismos empleados del Ayuntamiento, mucho menos de la ciudadanía para con sus gobernantes, empezando por su alcalde ausente.

A esto habrá que sumarle que, a unos días de que Abasolo Pérez tomara el cargo, se dio a conocer que, el director de gobernación municipal estaba aparentemente abusando de su cargo y de sus responsabilidades dentro de la actual administración, esto al presuntamente estar prestando y vendiendo espacios dentro del tianguis de la temporada navideña.

Incluso se habló de haber girado una orden para despojar de su mercancía y sustento a una mujer que acudió a vender sus productos; ante esto, las respuestas del Ayuntamiento ante estas y otras inconformidades de la población en plataformas digitales dejan mucho qué desear, pues les dicen que sus quejas son “imprecisas, inexactas e incluso falsas”.

Al parecer de nada ha servido que se haya nombrado a un nuevo alcalde que supla al desaparecido Diego “N”, pues las cosas van de mal en peor dentro del Gobierno Municipal, probablemente Marco Antonio Abasolo solo sea un alcalde de parapeto, puesto ahí solo para cumplir el requisito de tener edil.

Por más vitoreo que se haga al unísono de “Diego, Diego”, la confianza perdida jamás volverá, así sea el mismo Marco Antonio Abasolo quien se esmere en hacer múltiples adulaciones hacia Diego “N”, probablemente quien siga meciendo esa cuna sea la mano del aparentemente fugitivo “niño maravilla”.

Ariz Vega

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