Como es de conocimiento general, los rastros municipales son responsabilidad de los ayuntamientos, y como sería de esperarse, en su manejo se deben procurar las condiciones para que la carne y los subproductos que ahí se obtienen, sean de la mejor calidad posible, y sobre todo, con la salubridad e inocuidad correspondiente para el consumo humano.
Para ello, el gobierno federal indica que se estos lugares se deben certificar, o sea, que deben cumplir ciertos requisitos para asegurarse que cumplan bien con su propósito, para ello están las Normas Oficiales Mexicanas que se tienen que cumplir, como la NOM-194-SSA1-2004 (Especificaciones sanitarias en los establecimientos dedicados al sacrificio y faenado de animales para abasto, almacenamiento, transporte y expendio) o la NOM-008-ZOO-1994 (Especificaciones zoosanitarias para la construcción y equipamiento de establecimientos para el sacrificio de animales), entre otras más que se deben cumplir para llevar a cabo su labor y en consecuencia, tener su correspondiente certificación de que el rastro las cumple.
A pesar de ello, el Ayuntamiento de Joquicingo, dirigido por Rausel Cervantes no ha hecho las diligencias para poder mejorar las condiciones del rastro y así certificar este establecimiento. El mismo Plan de Desarrollo Municipal 2022-2024 de su gobierno indica que “requiere de mantenimiento y capacitaciones para aquellas personas que laboran dentro de él”.
Asimismo, se señala que “el gobierno municipal pretende generar estrategias de trabajo para mejorar y eficientar los servicios que otorga dicho rastro, a través de la revisión permanente, mantenimiento y la compra de material necesario para aquellas personas que laboran en dicho espacio”. Como se indica, a pesar de conocer las carencias del establecimiento, en lo que va de la gestión de Rasel Cervantes, no se ha realizado una sola acción de mantenimiento para el inmueble, tampoco para mejorarlo ni para capacitar a sus trabajadores.
El rastro es otra materia en la que había que reprobar al “mayestro” Rausel, quien al parecer sufre las consecuencias de su escasa experiencia gobernando, pues como lo dijo en su segundo informe, “la política le gana”.
Osvaldo García
