Apenas hace una semana, en este medio informativo se hacía ver la drástica disminución de obra pública en Calimaya del 2022 al 2023, surgiendo con ello varias preguntas sobre el destino de los recursos que la sociedad reclama para mejorar la infraestructura y los servicios del municipio.
Lo que también gradualmente ha aumentado en estos últimos dos años es la presunta actividad proselitista y la exposición del tesorero Alexis Garay, quien como suspirante más adelantado, ha aprovechado su posición como servidor público para hacerse conocer en Calimaya.
Al parecer ninguna tradición se escapa de este afán de sacar raja política y posicionamiento de cara a las elecciones de este año. Es así como, superando con creces a los años anteriores, el cabildo aprobó la cantidad de un millón 500 mil pesos para los festejos de día de Reyes, y si es como el año pasado, el tesorero en persona estará visitando comunidades para dar juguetes a los niños y seguir promoviendo su imagen.
Cuando bajan las obras y suben los presupuestos para festejos y regalos, ya se nota que es año de elecciones, pues más que dejar un legado perdurable para el municipio, esta clase de políticos busca ganarse la preferencia de la gente con base en pequeñas dádivas que apelan más a lo sensible que a lo que en realidad es necesario, pues es claro que mediáticamente les conviene sacarse la foto con los pequeños del municipio, así se dejen otros temas de lado.
Un ejemplo actual es la fuga de agua en la calle Miguel Hidalgo, la cual reportan los vecinos, han informado al Ayuntamiento desde hace meses, sin que se pongan en marcha acciones para arreglarla. Cabe destacar que se trata de aguas de drenaje, por lo que el olor y el posible foco de infección son una agravante de esta situación.
¿Y los responsables? ¿El gobierno y sus servidores públicos que se aferran al poder? Parece que andan muy ocupados en campaña, buscando alargar lo más posible seguir cobrando del erario.
Osvaldo García