En el número anterior de este Semanario, se dieron a conocer los gastos para el festejo de Día de Reyes en Calimaya, los cuales ascendieron a 1 millón 500 mil pesos. Sin embargo, no fue lo único en lo que ha gastado el Ayuntamiento durante la fiebre de gastos de fin de año y principios del presente.
El cabildo también aprobó la cantidad de 110 mil pesos para el festejo de la policía municipal, y 250 mil pesos para la celebración del fin de año de los trabajadores del Ayuntamiento, sumando 360 mil pesos para que consentir a los servidores públicos.
Más allá de si era necesario gastar como nunca para dar juguetes, que en pleno año electoral se ve muy mañoso, o de si tanto lo policías como los burócratas se merecían un festejo tan ostentoso, la realidad es que hay muchas necesidades en el municipio que hacen contrastar el dispendio de recursos públicos con algunas acciones que podrían beneficiar a todo el municipio.
Ya en innumerables ocasiones se ha mencionado el estado de las calles en varios puntos del municipio, el cual es lamentable debido a que es peligroso para transeúntes y vehículos que cotidianamente circulan por él. Pero es de llamar la atención que ya no sólo son baches, también hay algunos que pareciera que han ascendido de categoría y que habría que calificarlos como cráteres.
Tal es el caso del cráter frente a conocida tienda de conveniencia en Santa María Nativitas, el cual es verdaderamente espantoso imaginar si un coche o una moto pudieran accidentarse en él. Y si así ocurriera, ¿el Ayuntamiento rectificaría el rin del posible afectado, o su salpicadera, o pagaría las curaciones del motociclista que saliera afectado?
La petición de un usuario en redes no es sólo que lo arreglen, sino que sea duradero: “nada más que ojalá esto si lo hagan bien porque las obras del capulina Oscar Hernández Meza Oficial muchas veces quedan bonitas para las fotos y a las pocas semanas se vuelve a lo mismo”, expresó en su denuncia.
Y ya ni hablar de la seguridad, pues si el lector de ha dado cuenta en las noticias y denuncias locales, parece que el robo a motocicletas es ya una epidemia en el municipio. Ya el lector dirá si tanto polis como funcionarios se merecen tanto recurso en festejarlos, y que, por otro lado, no haya ni para tapar baches.
Osvaldo García