“Juntos cambiamos el rumbo” es el eslogan de la administración 2022-2024 de Joquicingo, la cual tiene al frente a Rausel Cervantes Huertas, un profesor novato en cuestiones de política, quien en campaña bajaba la luna y las estrellas, y con una frase similar sobre el cambio, prometía hablaba de ser diferente y se ponía como el que sí iba a llevar avances para bien de los joquicinguenses.
A dos años de su gestión, el profesor pasó a ser “el mayestro”, y el discursito del cambio de rumbo y demás ha quedado en el olvido, pues las necesidades urgentes que a este gobierno se le han exigido de parte de los gobernados, han sido ignoradas en favor de obras secundarias.
Y es que, aunque aún no empieza la temporada seca, en Joquicingo ya comienza a escasear el agua en algunos barrios de la cabecera municipal, lugares donde no ha habido ninguna obra que pueda ayudar a mitigar esta situación.
A decir de los vecinos, la escasez se agudiza en la temporada seca, aunque durante todo el año el suministro no es constante. Sin embargo, en este año que recién comienza, han notado que les llega aún menos agua y por lo mismo, les preocupa que esta situación pueda empeorar en lo futuro.
“Es otra administración que pasa y que no hace nada para ayudar con el agua. Y no somos pocos a los que nos falta, aquí son muchas personas que no nos cae casi nada”, afirmó la señora Teresa en una entrevista a un medio local.
Los comentarios a las denuncias en redes sociales dan cuenta de esta situación, que en el fondo sólo revela la decepción de haber confiado el voto a una persona que salió igual que los políticos de siempre, esos de prometer y no cumplir.
Osvaldo García