A estas alturas del partido, ya se puede esperar cualquier cosa del gobierno de Erika Sevilla en Otzolotepec, el cual, ya en su segundo mandato, ha sufrido un enorme desgaste, hasta el grado de que ya ni en cabildo la quieren, presuntamente por sus malos y aparentemente amañados manejos financieros, desde el síndico y la mitad de los regidores ya no les convence el rumbo que ha tomado la presidenta.
De igual forma, el apoyo popular del que alguna vez presumió la alcaldesa, tampoco se ha sabido sostener después de que se han vuelto comunes las presuntas inconsistencias en obras y políticas de su gobierno. La más reciente de éstas es la “rehabilitación” de la carretera a Santa Ana Jilotzingo, la cual fue dada a conocer en días recientes, y una hora pasó después de publicada, que los vecinos ya estaban señalando las deficiencias del trabajo que con tanta ostentación se colgaba la presidenta.
En el desangelado evento, en el que pareciera que no quisieran que los vecinos se enteraran o que de plano nadie quiso asistir, la alcaldesa y algunos miembros del cabildo hicieron acto de presencia para entregar la obra. “Los trabajos incluyeron fresado de carretera en rodadura existente, trabajos de bacheo, aplicación de riego de liga, carpeta asfáltica compactada por medios mecánicos, topes de mezcla asfáltica de 10 centímetros de espesor y aplicación de pintura, en 6,266 metros cuadrados a beneficio de más de 500 habitantes, automovilistas, transportistas y comunidad”, comentó la directora de obras Gabriela Macías, quien en innumerables ocasiones ha sido cuestionada por las obras que realiza, ya sea por los elevados costos o por la dudosa calidad de los materiales.
Y para no perder la costumbre, los vecinos hicieron ver que a pesar de la rimbombante ficha técnica de lo que se supone que se hizo en la calle, se pueden apreciar todavía baches, hundimientos e imperfecciones que no son propias de una vialidad recién “rehabilitada”.
Así, no sorprende que la administración de Sevilla Alvarado esté dividida, por no decir colapsada, pues no hay como defenderse con este tipo de obras, de dudosos manejos de recursos. Resumido en comentario de redes sociales: “prefiere dejar los caminos incompletos en entradas y salidas del municipio, pero eso sí, cada rato están arreglando el centro del municipio, puras cochinadas hace”.
No cabe duda de que podrá llevarse de beso y abrazo con sus padrinos políticos y dirigentes del partido, pero el apoyo popular, el que pesa a la hora de la verdad, hace tiempo que ya no es el mismo que en sus inicios, allá cuando el efecto “López Obrador” colocó a muchos en los puestos que luego demostraron ser inmerecidos.
Osvaldo García