Competencia ¿Incompetente?

El pan de cada día en Texcalyacac

En múltiples ocasiones le hemos dado a conocer la aparente falta de competencia laboral que existe en el Ayuntamiento de Texcalyacac que preside Xóchitl Maribel Ramírez Bermejo, sin embargo lo que resulta realmente preocupante es que, tomando en cuenta lo expuesto en los portales de transparencia como el de Información Pública de Oficio Mexiquense (IPOMex), es que varios servidores públicos de la actual administración están registrados como licenciados sin contar con un título que los avale como tal, eso sin contar con que algunos esbirros de la política municipal se encuentran ocupando puestos que poco tienen que ver con sus estudios.

Claro ejemplo es la coordinadora de catastro, quien cuenta con un título de Licenciada en Comunicación o por lo menos es lo único que le aparece en el Registro Nacional de Profesionistas de la Secretaría de Educación Pública; página en la que se consultan las cédulas profesionales de quienes se ostentan con ciertos estudios.

Lamentablemente también existen casos como el del director de obras públicas que no aparece con el título de licenciado en arquitectura que menciona en su currículum; lo mismo sucede con el director de Seguridad Pública que menciona tener la licenciatura en Criminología y ejerce sin título.

Caso extremo el del contralor municipal, que se dice licenciado en sociología pero tampoco cuenta con el registro pertinente ante la SEP, sin embargo, en esta situación es cuestionable que con presuntos estudios de sociología, haya trabajado como auxiliar administrativo de la contraloría entre 2019 y 2020, primer trienio en el que Xóchitl Ramírez ya fungía como alcaldesa, para después ser movido a la coordinación de ecología y medio ambiente entre los años 2020 y 2021, para hoy estar en un puesto clave en una administración municipal como lo es la contraloría; además de que no por ser una nimiedad se debe dejar de lado la pésima ortografía de la cuál, por cierto, el contralor alardea de manejar al cien por ciento.

Así mismo se encuentra quien aparece como síndico, pues a pesar de que, de acuerdo con el Manual del Síndico Municipal publicado por el Instituto Hacendario del Estado de México (IHAEM) en coordinación con el Gobierno del Estado de México, el perfil idóneo para un síndico municipal sería contar con una licenciatura en Derecho o maestría en Derecho Fiscal, Administración Pública, Derecho Laboral o Derecho Administrativo; esto por la naturaleza del puesto, ya que entre sus funciones se encuentra la de “la defensa de los derechos e intereses del municipio y a la función de contraloría interna; funciones que le dotan de un campo muy amplio de actuación ya que se convierte en garante de la aplicación irrestricta de la ley y del manejo adecuado y transparente de los recursos públicos municipales. Su labor esta investida dentro del marco jurídico para posibilitar estar inmerso en todos y cada uno de los programas y proyectos que se establezcan en una administración municipal vigilando el cumplimiento a los mismos, sin pasar por alto que es vigilante del patrimonio municipal; considerado este como el conjunto de bienes muebles e inmuebles susceptibles de apreciación económica, inmerso en la hacienda pública”, es decir, conocimientos específicos de la ley que el síndico de Texcalyacac no tendría al haber solo concluido su educación secundaria.

Ahora es entendible mas no justificable el hecho de que existan tantas aparentes irregularidades y deficiencias dentro del mandato de Xóchitl Ramírez Bermejo, aunque, como siempre, el que termina padeciendo por dichas inconsistencias sea el pueblo.

Ariz Vega

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