En una clara muestra de autoritarismo y desdén hacia las preocupaciones legítimas de sus ciudadanos, la alcaldesa Erika Sevilla encabezó un acto represivo durante el Cabildo Abierto de Otzolotepec el pasado dos de febrero de 2024 en la comunidad de San Mateo Capulhuac. Lo que debió ser un espacio de diálogo democrático se convirtió en un escenario de censura y desprecio hacia las voces de la comunidad.
Bajo la premisa de que el encuentro estaría limitado exclusivamente a discutir temas relacionados con el deporte, la administración municipal se esforzó por silenciar cualquier otro tipo de inquietud ciudadana. Sin embargo, los asistentes, conscientes de la importancia de abordar asuntos cruciales como la seguridad y la falta de agua desafiaron esta restricción impuesta y expresaron sus preocupaciones.
En lugar de mostrar empatía y disposición para escuchar las demandas de quienes confiaron en ella como líder, la alcaldesa optó por la represión. En un acto de autoritarismo, Sevilla Alvarado y el secretario del Ayuntamiento César Cañas Cornejo, reprimieron a los ciudadanos presentes, haciendo caso omiso de sus inquietudes legítimas y desacreditando sus voces bajo el pretexto de que el Cabildo Abierto tenía un enfoque único y exclusivo: “sólo en tema del deporte, porque está en la convocatoria”, y luego Cañas le aventó a un ciudadano a seguridad pública: “le voy a pedir que guarde el orden, si no le voy a dar intervención al comisario”.
El vecino en cuestión argumentaba que, ya que era casi imposible que las autoridades municipales lo atendieran, tenía que aprovechar y dar a conocer lo que él consideraba más urgente para su comunidad. Sin embargo, escondiéndose tras el reglamento del cabildo abierto, la presidenta se negó a escuchar las peticiones ciudadanas. Porque el señor inconforme no fue el único en exponer las necesidades de la población, antes, otros vecinos le dijeron Sevilla sobre falta de mobiliario en escuelas, falta de agua, y nulo apoyo a las actividades deportivas en Capulhuac.
Quizá lo que más le molestó a la alcaldesa fue que le hicieran notar en varias ocasiones que sólo se ven patrullas y vigilancia cuando ella va a la comunidad, y que, la seguridad pública, que debería ser para los ciudadanos, más bien parece seguridad privada. Incluso le hicieron la observación obvia de que era demasiado ostentosa transportándose en una camioneta de lujo, con un operativo policial tras ella, cuando en la comunidad se sienten abandonados en el aspecto de seguridad.
Aunque Sevilla Alvarado quiso excusarse de escuchar las demás demandas de la población de Capulhuac, ni en el tema deportivo se pudo defender, pues los ciudadanos expresaron que es la misma comunidad la que organiza sus propios torneos y que a pesar que esta zona es conocida por su gusto por el deporte, y que han salido deportistas destacados, éstos incluso tienen que irse a entrenar a otros municipios, debido al nulo apoyo de parte del Ayuntamiento, comentaron los ciudadanos.
Esta lamentable situación pone de relieve la falta de voluntad política para el diálogo y la participación ciudadana en Otzolotepec. En lugar de fomentar un ambiente de apertura y colaboración, la alcaldesa optó por la imposición de sus propias agendas, ignorando las necesidades reales de la comunidad, como la seguridad. Si así va a representar a su distrito ahora que la quiere jugar por la diputación, mejor será pensar en otras opciones…
Osvaldo García