En la décima cuarta sesión extraordinaria de cabildo de Calimaya, el alcalde Óscar Hernández Meza presentó el proyecto de presupuesto de egresos e ingresos para el año 2024, sin embargo, como niño al que le regresan la tarea por malhechote, el cabildo rechazó esta propuesta debido a importantes omisiones e irregularidades.
Una de las principales deficiencias del proyecto presentado por el alcalde Hernández Meza es la ausencia de un desglose detallado del presupuesto por cada dirección, junto con la explicación correspondiente de las actividades programadas. Este punto es crucial para garantizar la transparencia y rendición de cuentas en el uso de los recursos públicos, lo cual es una obligación primordial de cualquier administración municipal.
Además, se ha destacado la ausencia del programa anual de obras que considere todos los recursos federales, estatales y propios disponibles. Este documento es esencial para planificar y ejecutar proyectos de infraestructura que beneficien a la comunidad y mejoren la calidad de vida de los habitantes del municipio.
Otro aspecto preocupante es la asignación del gasto del Ramo 33, el cual no ha sido debidamente justificado ni especificado en la propuesta presentada por el alcalde. En particular, se ha señalado el caso del DIF Municipal, donde se presupuestaron 22,000 millones de pesos sin presentar una nómina y un gasto detallado, lo cual genera dudas sobre la gestión y destino de estos recursos.
Asimismo, el organismo de agua ha solicitado información sobre la plantilla del personal y el presupuesto asignado, información que hasta el momento no ha sido proporcionada. Se ha revelado que la plantilla del personal municipal cuenta con 890 empleados, con un gasto de 16 millones de pesos, presentando un aumento de más del 50% en tan solo dos años, lo cual plantea interrogantes sobre la eficiencia en la gestión de recursos humanos.
En lo que respecta a la ley de ingresos por financiamiento, se ha cuestionado la solicitud del alcalde de retirar la deuda del crédito presupuestado, así como la falta de claridad en cuanto a la necesidad de autorizar financiamiento adicional según el flujo de caja. Estas medidas podrían comprometer la estabilidad financiera del municipio y generar incertidumbre sobre su capacidad para cumplir con sus obligaciones financieras.
Finalmente, es importante señalar que el presupuesto de egresos presentado por el alcalde Hernández Meza rebasa el límite del 2.5 establecido por la ley de deuda pública en dicho capítulo, lo cual evidencia una falta de responsabilidad fiscal y un manejo imprudente de los recursos públicos.
Ante estas graves deficiencias e irregularidades en la propuesta de presupuesto municipal, es fundamental que las autoridades correspondientes actúen con diligencia y transparencia para corregir estas fallas y garantizar una gestión responsable y eficiente de los recursos públicos en beneficio de todos los habitantes de Calimaya.
Osvaldo García