Después de darse a conocer la noticia de que Rufino Álvaro Gómez pedía ser considerado para tomar su puesto como Presidente Municipal suplente de Tianguistenco y tomando en cuenta que a Diego “N” se le cumplía el plazo de la licencia que pidió durante la 77 sesión de cabildo para ausentarse del cargo por “asuntos personales” a partir del 13 de noviembre de 2023, se vislumbraban dos escenarios; uno en el que se le diera oportunidad a Álvaro Gómez y otro en el que el “desaparecido” alcalde hiciera su arribo aunque esto le costara ser detenido debido a la orden de aprehensión que pesa en su contra desde el pasado 2 de octubre.
Al parecer, cínicamente, Diego Eric “N” ha aparecido, amigo lector; como por arte de magia “el niño maravilla” ha regresado a pedir una nueva licencia por 99 días por lo que el primero regidor, Marco Antonio Abasolo Pérez continuará como presidente municipal por ministerio de Ley dejando a Rufino Álvaro fuera de la jugada, incluso cuando la ciudadanía ha pedido en innumerables veces, quitar a Abasolo del poder.
Es una burla no solo para la ciudadanía sino para la Fiscalía General de Justicia del Estado de México que no ha podido dar con el paradero de Diego “N” y que, ante la incredulidad de muchos, Digo “N” se pasea en sus narices
Probablemente de nada ha servido que la FGJEM cuestionara a los miembros del Ayuntamiento sobre si tenían conocimiento sobre el paradero del “Mirrey tianguistencano” o han tenido algún tipo de contacto, porque a todas luces, está visto que “alguien” debe tener contacto con el presuntamente prófugo alcalde con licencia porque de no ser así, ¿Cómo es que ha hecho llegar ante su cabildo los documentos necesarios para pedir la nueva licencia para ausentarse?
Habrá que recordar el principio de derecho que dice que no conocer la ley no te exime de cumplirla y que, de existir un relevante desconocimiento por parte de los servidores públicos de Tianguistenco no los excluye de estar pisoteando la Ley y que, como se lo dimos a conocer en ediciones anteriores, si algún miembro de la actual administración ha tenido contacto o sabe dónde se encuentra Diego “N”, se podría estar hablando del posible delito de encubrimiento.
La Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de México y Municipios en su artículo 65 dice: “Incurrirá en encubrimiento el servidor público que cuando en el ejercicio de sus funciones llegare a advertir actos u omisiones que pudieren constituir faltas administrativas, realice deliberadamente alguna conducta para su ocultamiento”. De igual manera, el Código Penal del Estado de México, en su Artículo 149 dice: “Comete el delito de encubrimiento, el que: I. Sin haber participado en el hecho delictuoso, albergue, oculte o proporcione la fuga al inculpado de un delito con el propósito de que se substraiga a la acción de la justicia”. Esto sin dejar de tomar en cuenta que las penas por el delito de encubrimiento van de uno a tres años de prisión y de 30 a 150 días de multa.
Además, el hecho de ocultar el contacto con Diego “N” podría ser considerado como “obstrucción de la justicia” es decir “Incurrirán en obstrucción de la justicia, los servidores públicos responsables de la investigación, substanciación y resolución de las faltas administrativas cuando: II. No inicien el procedimiento correspondiente ante la autoridad competente, dentro del plazo de treinta días naturales, a partir de tener conocimiento de cualquier conducta que pudiera constituir una falta administrativa grave, faltas de particulares o un acto de corrupción” y el hecho de que, con la mano en la cintura Diego “N” reaparezca para hacerles llegar documentos pidiendo una nueva licencia para ausentarse sin riesgo de ser detenido, deja mucho que pensar.
¿De verdad la ciudadanía de Tianguistenco se merece tanta mofa? No es un secreto que, para los tianguistencanos, dejar nuevamente al frente a Marco Antonio Abasolo es un total descaro, no solo por el tema de la soberbia o la prepotencia sino porque es pan con lo mismo, incluso por los rumores que rodean al alcalde por ministerio de Ley cuando ha sido acusado de presuntos actos delictivos de índole sexual al igual que “el niño maravilla” que al parecer no ha dejado de mover los hilos de un títere que prefiere mantenerse en el poder antes de darle a su municipio la oportunidad de terminar el trienio con una opción que sí aprueban aunque esto signifique seguir burlándose de las autoridades. Ya nada más falta que a Diego “N” se le ocurra regresar cínicamente a pedir la reelección, aunque a estas alturas, ya nada es una sorpresa.
Ariz Vega